sábado, 17 de noviembre de 2012

El mejor amigo del hombre

Como bien dije en mi twitter, pocas cosas me indignan, me lastiman y me duelen al mismo tiempo; me molesta mucho la gente que maltrata y hiere animales, por mero placer y diversión. No defiendo ni justifico este acto bajo ninguna circunstancia, pero todos sabemos que detrás de las corridas de toros, las peleas de caballos, los rodeos y demás, hay un motivo “más importante” para muchos; el dinero. Sigue siendo maltrato, pero para estas personas desalmadas, importa más el hecho de ganar o perder plata, que la vida y el sufrimiento de otro ser vivo que tiene los mismos derechos de vivir que ellos…
Como sea, vengo a contarles el por qué de mi bronca y mi tristeza. Hace un rato volvía a mi casa de uno de mis quehaceres mundanos, y decidí ir por otro camino que el habitual. Todos los que viven en Ciudad Jardín saben (y los que no, paso a contarles) que los sábados a la tarde, se convierte en un pañuelo; todo el mundo se pone de acuerdo para salir a la calle, a caminar, a la plaza a tomar un helado, andar en bicicleta… Como salí de mi casa en un estado no muy presentable (vestida así nomás, rodete, cara lavada) no quería cruzarme a nadie, y en vez de ir por la zona céntrica y por una de las avenidas principales, me fui por una de las calles más periféricas del barrio, tranquila, escuchando música. Por esta zona no pasan muchos autos y generalmente se ven personas corriendo o ingresando al AFALP. Tuve la suerte de no ver más que dos o tres autos, y ningún transeúnte… Pero vi algo peor.
Pasando por una bocacalle, y aprovechando la ausencia de tránsito, caminé más lento y miré hacia donde venía el poco movimiento de ese lugar. Eran dos chicos, de unos 10 u 11 años, riéndose entre ellos, lo que me hizo pensar que estaban jugando… Pero no. Cuando me acerqué, tratando de que no me vean, pude ver que estaban maltratando a un perro callejero, mediano y sin intenciones de atacar o posibilidades de escapar, y se escuchaba que lloraba de dolor. Le tiraban piedras, y le pegaban con ramas. Me saqué los auriculares y me acerqué caminado rápido “EH, ¿QUÉ CARAJO HACEN?” les grité. Ni bien me vieron, salieron corriendo en la misma dirección, riéndose, tan rápido como les dieron sus infantiles piernas. No estaba dispuesta a correrlos, y es una desgracia que ningún adulto haya pasado por ese lugar para verlo. Preferí acercarme con cuidado donde estaba el perro, tirado en el pasto; al ver que no tenía intenciones de morderme, me agaché tranquila al lado de él. Como la veterinaria en potencia que soy, apelando a mis pocos conocimientos, me fijé si tenía alguna cortadura, alguna lastimadura, algo sangrando y con el poco tacto que tengo, algún huesito roto. Por suerte no tenía nada, era sólo el dolor de los golpes. Lo acaricié, le di lo que me quedaba de mi barrita de cereal y me fui; fue lindo verlo mover la colita en agradecimiento. Volví a mi casa indignadísima, triste y enojada.
Loco, estás lastimando a un ser vivo, no le estás pegando a una pared, no le estás pegando a una bolsa de papa, es un ser vivo, un animal, un perro callejero indefenso. No tuvo la suerte de tener un dueño que lo cuide y lo quiera, de estar en una casa, resguardado y teniendo un lugar para dormir, no es que él prefiere vagar por la calle, teniendo cuidado con los autos, muriéndose de hambre, con frío y calor, lluvia, y que además, tiene que soportar los maltrato de dos pendejos de mierda que no tienen nada mejor que hacer, y van a pegarle. ES UN PERRO, LA PUTA QUE LOS PARIÓ, UN POBRE PERRO.
Muchas veces es dicho que el perro es el mejor amigo del hombre, y les cuento un poco; a lo largo de miles de años, ellos ayudaron a las primeras poblaciones; la domesticación del lobo resultó en la primera raza, la más antigua que se conoce: samoyedo, los cuales ayudaban en la caza y se encargaban de custodiar las pequeñas poblaciones que establecían temporalmente, nómadas como eran.  Desde entonces, al perro se lo consideró una fiel compañía para los humanos, y en los siglos venideros, se los usaría para varios y diferentes propósitos y tareas. Hay perros que usa la policía, para ayudarlos en su labor contra el crimen, rastrear desaparecidos o malvivientes, detectar drogas y explosivos. Hay otros que, aunque odie decirlo y admitirlo, desde el siglo XVIII, colaboran en las salidas de caza, ya sea por su agilidad o por la peligrosidad del animal cazado. Hay perros que sirven para la vigilancia; que ayudan a guardavidas y rescatistas de montaña, por su facilidad de nadar o de andar por la nieve; perros de compañía. En el campo, desarrollan actividades como el cuidado del ganado y el arreo del mismo. Están los que facilitan a las personas ciegas su movilidad e independencia y los que participan en programas de ayuda a nenes autistas y con síndrome de Down, entre muchísimas otras tareas.
Como verán, estos hermosos individuos de la naturaleza no sólo son los resultados caprichosos de la evolución, son una gran ayuda para los humanos, y una fuente inagotable e incondicional de amor y cariño. Son animales puros, fieles y leales. Los que tienen la suerte de tener uno, CUÍDENLO. Sus vidas son mucho más cortas que las nuestras, y la única compañía que tienen ellos, somos nosotros. No los maltraten, los aten ni los maten de hambre. No los abandonen cuando sean viejos; tengan en cuenta que algún día ustedes también van a ser viejos, y va a haber alguien ahí para cuidarlos. No los dejen en la calle; si por algún motivo no podés mantener a tu mascota, hay muchos refugios y hogares que podrían hacerse cargo de ellos, adoptarlos y darles amor; dejarlo en la calle sería un acto de crueldad… Por sobre todas las cosas, ámenlos.
Mooney
Charo
Lola
Mi perro, Timmy

3 comentarios:

  1. Un día ví en la tele que unos nenes de 10/11 años (la misma edad de los chicos que viste) habían atado a un perrito a las vías del tren para que cuando éste pase lo aplastase. Por suerte rescataron al perro y no le pasó nada. Otra vez, leí que hicieron explotar un par de petardos en la boca de un perro. No sé como, pero el perro, por suerte, sobrevivió. No sé que tiene en la cabeza esa gente para maltratar a unos animalitos tan lindos y tan buenos, encima lo hacen con métodos MUY crueles. Por suerte existen personas que los rescatan, cuidan y defienden, aunque sería ideal que nadie maltratara ni a los perros ni a ningún otro animal.

    ResponderEliminar
  2. Aguante Timmy! yo lo banco =P alta perra la de al lado xD posta todo lo que escribiste...como siempre!

    ResponderEliminar
  3. Podemos entender que los chicos son CHICOS, son estúpidos, no saben nada de la vida y me atrevo a decir que son traviesos y solo buscan divertirse (lamentablemente con atrocidades como estas), ademas, no son conscientes del dolor porque ellos no lo vivieron nunca. No sienten compasión y sabemos que los niños son muy CRUELES. Hay algunos que no.
    El problema esta en la CRIANZA, en los padres, UNO NO NACE APRENDIENDO (aunque ellos deberían nacer con compasión de un ser vivo a otro). Los padres nos inculcan todo, y de ahí nuestra forma de ser, en muchos casos. Así que con la bronca que tengo me atrevo a decir que las bestias son los padres de estos ingenuos bastardos. [Furiosa florencia mode on]

    ResponderEliminar

Dejar aquí tu comentario te hace formar parte de este blog, ser otra cabeza aplastada que deja su opinión y una parte de su esencia. Muchas gracias!
Para pensamientos huecos, estúpidos y poco constructivos, ahorrate la molestia, acá no son bienvenidos (: