Les cuento
como fue mi noche de viernes… Y ya que estamos les cuento en general
(aunque, con posterioridad, voy a hacer una entrada
detallando este tema): no soy de esas que salen a bailar, a comerse
cualquier “cosa”, se preparan 4 horas antes y se la dan de borrachas por hacer
previa y tomar frizzé; cuando no me quedo tranquila
en casita, leyendo algo, escribiendo para mi blog o haciendo arte con mi
agenda, salgo a tomar algo con mi novio, vamos por ahí o vemos en el momento qué
hacemos. Casualmente este viernes no salí con él, y me quedé en casa,
con la mala leche de que, a eso de las 8 y media
se me cortan simultáneamente Internet y el cable. Bien, el universo se complotó
y trató de decirme algo: ¡HACÉ ALGO PRODUCTIVO! Bueno,
ayudé a mi mamá a lavar los platos y después me hice como un espacio cultural. Por
un buen rato estuve leyendo, paralelamente, 100 años de soledad y Hacia rutas salvajes (recomendables,
ambos), decoré mi agenda (escribiendo, pegándole cosas, pintando… Más a fin de
año voy a hacer una entrada en ella) y como me estaba cansando un poco la
vista, pero todavía no quería irme a dormir, decidí agarrar algún DVD que tengo
ahí en mi preciada colección. Orgullo, pasión y gloria,
Live at River Plate o Flight
666 the movie. Creo que por el título no hace falta aclarar por cuál me
decidí.
Ahora, el sentido de esta
entrada viene por otro lado, no por el lado de la música, y Maiden fue mi
inspiración para ello con su película. Hoy no vengo
a criticar la calidad musical de nadie, voy a hablar de la calidad del músico,
como persona, como “ídolo”, como esa persona que tanto amás, y que tanto
admirás… Como sea que quieran llamarlos. Sé que va a haber gente a la que no le
va a gustar, a los que le van a caer mal y nunca faltan los típicos tarados que
nunca simpatizan con algo que salga de mi cabeza y que se ocupa de criticar
para mal; a todos ellos les digo, pueden retirarse de mi blog.
Hay algo que
tengo que decir que realmente me cayó muy pesado en el alma, y hasta podría
decirse que me dolió. Para los que no la vieron, la película no se trata
sólo de los recitales y los ensayos; los muestra haciendo boludeces, de paseo
por diferentes lugares del mundo, recorriendo, cargando o descargando el equipo
del Ed Force One, documenta testimonios de fans, periodistas, de ellos mismos. De
todos los lugares a los que fueron, todas las ciudades que visitaron (Japón, Colombia, México, Australia, Costa Rica entre
otros), hay algún comentario de los fans, una parte donde los filman,
los “entrevistan”, los muestran en los recitales, y así de ciudad en ciudad…
Pero ¿y Argentina? Me dolió ver lo que decían de sus fans acá. “Son desesperados, los más ‘zafados’ que vimos
alguna vez” decía Bruce Dickinson
cuando veía cómo corrían con locura la combi que los estaba llevando hasta la
puerta del hotel, y no precisamente en un buen sentido. “Llegamos cansados, con sueño, de mal humor,
habiendo comido mal y éstos (por los fanáticos) pretenden que salgamos a firmarles algo y
sacarnos fotos” decía Harris, mientras
la gente se apiñaba en la entrada para poder decirles algo, para obtener un autógrafo,
una foto, cuando hicieron eso mismo en el resto de las ciudades. ¿Nosotros
somos menos? ¿O es que nuestro fanatismo les asquea? Ojo, no crean cualquier
cosa. AMO Iron Maiden, los amo. Son geniales
como banda, el carisma de Nicko me puede como el de pocos, me caen bien, son
buenas personas pero… Me dolió mucho esa actitud hacia nosotros, el desdén con
el que lo decían, cómo nos criticaban…
Según lo que vi (no sé como
fue) al final no salieron a firmar nada, no estuvieron con nadie y no salieron
del hotel. Sé que capaz somos más efusivos, por decirlo de alguna manera, pero,
después de todo ¿no son los fans los que les dan de
comer? ¿No es gracias a nosotros que ustedes son lo que son? ¿Por qué el
menosprecio? ¿Porque somos argentinos o qué? Repito, AMO IRON MAIDEN, los amo, los admiro, me encantan, cada
uno de los integrantes, los fui a ver y me hicieron llorar de emoción como una
pelotuda, a tal punto que hay dos canciones que no puedo escuchar porque
me acuerdo de ese día y me pega mal.
Pero no es sólo por ellos,
ahora voy con otra banda: Megadeth. Todos
saben que el colorado es el máximo amor platónico que tengo sobre la faz de
planeta, que lo amo con locura y que ir a verlo para mi significa una fiesta,
que hago lo que haga falta para no perderme un recital, pero… Lo digo con todo
el dolor del alma; me duele la actitud de forro que tiene Mustaine con
nosotros. Está bien, en el show es un amor, nos halaga, nos mima, nos hace
chistes, nos honra dando un show el día de su cumpleaños… Pero salir a firmar y
a sacar fotos ni a gancho ¿no? Dave, te cuento, el
año pasado volví a mi casa llorando porque estuve toda la tarde clavada en la
puerta del hotel, deseando de manera sobrehumana verte, y no lo hiciste.
Este año fue igual. Siempre “ortiva”. No hace falta que diga lo que siento por él,
pueden verlo en cualquier otra entrada de mi blog referida a Megadeth, pero
esta actitud me duele en lo más profundo, en serio. Este año fue igual, y SIEMPRE me va a dar la sensación que es
igual, pero no pierdo las esperanzas de, aunque sea verte, o a cualquiera de la
banda. Con Broderick fue diferente, aunque
igualmente no me encontraba presente; él mismo se
acercó a un grupo de fans (entre ellos, Flor, su novio y el mío), así de “incógnito” como estaba, los saludó, le firmó
las cosas que la gente le acercaba y hasta se sacó fotos. Esa calidad es la que
admiro en un músico tan grande. Esa “humildad”.
Roger Waters fue
igual; nadie le pagó por hacerles formar a los fans por varios días
consecutivos, en la puerta del hotel, dando fotos, autógrafos, sonrisas (aunque
el show si fue un poco saladito, pero después de todo valió la pena). En el
caso de Ozzy Osbourne hubo bifurcaciones (y
esto me fue contado): cuando vinieron, allá por marzo del 2011, mientras que
Ozzy no asomó ni la nariz a la ventana del hotel, Gus
G bajó varias veces, dio fotos, firmas y hasta compartió cervezas con los que
estaban ahí abajo, sus admiradores. No hace falta aclarar lo que las
personas mencionadas en este párrafo son para mí.
Hay casos y casos, muchas
veces depende de la situación, de la persona, de lo que sea. Axl Rose, otra persona que amo. Es una persona
orgullosa como la mierda, cabeza dura y todo lo que quieran (hasta nos
parecemos en algo); llega a los shows cuando quiere, hace lo que quiere y nadie
le retruca nada. No sé si alguna vez salió a firmar algo, no sé como es su
actitud cuando está abajo de los escenarios. En el caso de Nikki Sixx, cosa que también me fue contada, el
flaco hizo formar filas y filas de gente que
incansablemente se le acercaba para conseguir aunque sea una foto de él, una
firma, un saludo, un lo que sea.
Eso es lo que además, muchos
admiramos en los músicos. No sólo su habilidad vocal o instrumental; es la
forma en la que tratan a los fans, su persona, la forma de ser de cada uno de
ellos, cómo se expresan con nosotros, si son de los “copados” o de los “ortivas”,
de la forma que sean. Si son así, por algo será, por más que a muchos nos duela,
y les reitero mi ejemplo: Dave Mustaine, el colorado de mi vida. Tuve la suerte de verlo tres veces
en lo que van de mis 17 años, dos de ellas desde la valla. Me miró, me tiró un beso, me hizo llorar de felicidad y
podría decir que gracias a él, conocí a quien ahora es mi novio y a dos amigas
a las que les tomé mucho aprecio (Guada, Cami, esas son ustedes), por
eso le debo más que el simple hecho del talento musical. Pero jamás lo vi
saliendo a firmar nada, casi ni fotos (que no sean onda “meet & greet”) o
caminando por Puerto Madero, como a él le gusta.
Esto para mi es triste, y lo
digo con lágrimas en los ojos; además de asumir que muchas de las personas que
admito ya fallecieron, probablemente nunca vea a estas personas que tanto quiero, a estos músicos
que tanto admiro, a estas personas que me cambian la vida, que hacen tanto por
mí, mientras que ellos no me conocen. Es probable que nunca tenga sus autógrafos,
una foto con ellos, una parte de mi cuerpo escrita por ellos, un CD o un
cuaderno con su firma, una dedicatoria. Probablemente jamás los conozca. Capaz
nunca los vea en vivo, o en caso de haberlos visto, capaz no los vuelva a ver.
Y sin embargo, ellos me ayudan cuando estoy mal, sus canciones tienen acción
terapéutica en mi, formaron mi persona, me ayudaron a no bajar los brazos, me
alegraron la vida, me hicieron pasar bajones, me hicieron descargar mis
broncas, me hicieron crecer, me hicieron cambiar, me hicieron vivir tanto…
Es por eso que
también tengo que agradecerles. A todos. Gracias Axl, gracias Dave, Junior. Gracias James, gracias Lars. Gracias
Jimmy, Grohl. Gracias Santana, Bongiovi, Dio. Gracias Slash, Friedman, Angus;
gracias Bruce, gracias Nicko, gracias Till, gracias Gus, Ozzy, Dimebag. Gracias
Duff, Menza, gracias Newsted. Gracias Steven, gracias Perry, gracias Zakk, Scott,
Alexi. Gracias Cliff, Bono, Morrison. Gracias Brian, Mick, Keith. Gracias
Lennon, Syd, Freddie. Gracias May, Sebastian, gracias Vaughan, Serj, Paul.
Gracias Phil, Gallagher, gracias Chris, Lemmy.
Sé que estoy dejando a muchos
afuera, pero no por eso son menos importantes. Gracias, absoluta e infinitamente gracias.
Sabs quien estaría bueno agregar en esa lista de músicos? SLASH cuando vino el año pasado tanto en el hotel como en el aeropuerto toda la gente que lo esperaba los hizo formar y dejo sacarse fotos, hablar, firmar todo lo que sea. Estaría bueno incluir al rulo aca. Por cierto es verdad lo que decis, mustaine es cierto que nunca sale, no digo que todos los años que viene lo ahga, pero este año en su cumpleaños habian fans afuera y ni salio por la ventana por lo menos para saludar pero buen, fue el unico que fue a plaza francia a tocar ahi tranca. Pero buen, tmb son personas, a veces no duermen nada de gira y no tienen suficiente tiempo para los fans, y otros mejor no hablar.Buena critica igual a mas de uno se nos habra pasado por la cabeza estas cosas
ResponderEliminarTe doy la derecha, pero nosostros sus fans, los aceptamos así, los vamos a ver, los seguimos amando y escuchando! Nos la tenemos que comer doblada..
ResponderEliminarAxl es la persona mas amarrrrrrga y mala onda con su público (lo digo con fundamentos) pero, el chabón se sigue alimentando gracias a la plata de todos ellos..
ResponderEliminarPara mi tenes razón. Ellos están donde están porque nosotros escuchamos sus canciones, compramos los CDs y todas esas cosas y por lo menos que salgan del hotel a saludar, a firmar autógrafos. No le hacen mal a nadie, todo lo contrario!
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