jueves, 2 de agosto de 2012

16 days*

¿Alguna vez les comenté que soy una loca apasionada por las zapatillas? Supongo que sí. Prefiero éstas a usar tacos, botas, ojotas, sandalias, y bue, cualquier otro calzado que se les ocurra. Cuando hace calor, cuando hace frío... En el pasto, en la calle, en la arena, en la nieve, en donde sea, siempre prefiero tener zapatillas, y unas en especial, de las que hablaré un poco más adelante... Pero bueno, cabe aclarar que no soy amante de cualquier zapatilla; las que a mí me gustan son las Converse All Star, John Foos, Ed Hardy o similar... Aunque, convengamos que por un tema de disponibilidad, accesibilidad (y creo que también tiene que ver con el freno a las importaciones), y... Bue, porque son las que más me gustan, tengo All Star. En una época tenía de todos los colores; verdes, blancas, rojas, fucsias.... Pero las que a mí más me gustaban, las que más quería, eran las más típicas. Las tradicionales Converse negras. Me daba bronca recorrer mil y un locales y que no estén, o que no tengan mi número... Y así fue, durante un largo tiempo. Hasta que un día, el milagro tocó a mi puerta.
Resulta que tengo una prima muy buena que, además de tener muchos problemas, tiene pies grandes. De un momento a otro me dice “no me entran más, si querés te las regalo”. ¿Vieron cuando en las películas pasa algo que es perfecto y que se ven unos rayos de luz y se escucha el coro de ángeles? Bueno, yo me sentí así. Conste que cuando las recibí ya estaban bastante gastadas y un poquito rotas (además de tener cosas escritas que después borré). Eran algo así como una mezcla de Sid Vicious, Janis Joplin y Kurt Cobain; zaparrastrosas, mugrientas, rotas y con ese “no se qué” que caracterizaba el aspecto de los nombrados anteriormente (altas comparaciones me mando a veces).
Debido a la mugre y el estado deplorable de las mismas, me fui obligada a comprar un par nuevo, pero siempre y cuando conservando el anterior... Conste que, hasta tengo las All Star de AC/DC, pero sigo pensando que las mejores, las más copadas y las más cómodas, van a ser siempre las viejitas, como dice una amiga mía “mis compañeras de recitales”. Y bueno, de hecho, le dije a mi vieja que el día que me tire las zapatillas a la calle, voy yo atrás de ellas. Me dice “las zapatillas del tiki (el vago de Ciudad Jardín) están en mejor estado que las tuyas”. A mucha honra, amo mis zapas mugre :) y bue, cerrando, ya que los nombré más arriba, les dejo una joyita de mis favoritas de AC/DC, adiós.


Antes y después

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