A
veces está bueno que uno sepa lo que es, que lo tenga en claro. Es decir, que
no se deje influenciar por cualquier zanguango que viene a juzgarte o a
calificarte, de la manera que fuere. La gente puede conocerte, en mayor o menor
medida, mucho, poco o nada, pero nunca va a conocerte mejor que vos mismo,
aunque muchas veces quieran hacerte creer lo contrario. Por desgracia, no
siempre pensé así. A los golpes, a lo largo de los años, tuve que aprenderlo,
casi a las trompadas, que no hay que dejarse llevar por las habladurías de terceros.
Pocas veces la gente se molesta en conocerte antes de hablar de vos, y
generalmente, en estos casos, no son cosas positivas sobre las que se hablan,
sino todo lo contrario. Y me ha pasado. No quiero recordar a la persona que me
impulsó para escribir esto, pero podemos llamarlo Juan.
Juan empezó a hablar
pestes de mí cuando lo rechacé sentimentalmente (o fue una casualidad, o
realmente fue el motivo), puesto que no quería más que una amistad. No le
gustaron mis modos, mi forma de ser, el hecho que sea determinante, no lo sé,
pero me dijo algo que me afectó bastante en ese entonces.
“Vos
sos una puta”
Más allá de no saber el
significado de dicha palabra, la usó conmigo despectivamente, menospreciándome
como persona y como mujer, pensando que así iba a cambiar mi decisión, que iba
a correr detrás suyo, no sé realmente con qué fin lo hizo, pero fue muy poco
hombre. Gracias a eso, durante bastante tiempo, me sentí mal conmigo, y me hizo
entrar en la duda… ¿Realmente era eso que me había dicho? ¿Por qué? ¿Es algo
malo, bueno, o qué? ¿Cómo lo cambio? Y era algo que me preocupaba, me lo
preguntaba, y no sabía cómo salir de eso. Hasta que un día me solté. Me liberé.
Decidí que no iba a seguir preocupándome por lo que hablen los demás, si no me
conocen no me voy a molestar en explicarle nada a nadie, menos a quienes me
atacan con palabras mal usadas.
¿Soy puta por elegir
con quién estar y con quien no? Entonces
soy puta.
¿Soy puta por decir NO
cuando realmente quiero decir NO? Entonces
soy puta.
¿Soy puta por elegir
cómo y con quién quiero estar? Entonces
soy puta.
¿Soy puta por ser
libre? Entonces soy puta.
Como sea, por suerte
esta persona se fue de mi vida, y desde aquel lejano entonces no volví a saber
nada de él, sólo espero que sea con quien sea que esté, que haya aprendido a
ser caballero, y no un prepotente maleducado, que haya conocido a alguien y que
haya aprendido a tratarla como tal. Con esto quiero decir que, conocer a las
personas antes de hablar de ellas nunca está demás, especialmente si vas a decir
algo considerado como malo, y más todavía si es por algo que no fue como se
esperaba. Pero lo más importante, es no cambiar nunca por las palabras de
alguien. Siempre mantenerte en como sos, no dejarte llevar. Ser consciente de
lo que se es… Siempre confiando en quién sos…
… And
nothing else matters
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