Querido Dave:
Espero que las cosas con el nuevo disco estén yendo
bien. Según lo que estuve leyendo, los fragmentos de video y las fotos que vi,
y las actualizaciones permanentes de twitter, las cosas van marchando a la
perfección y las expectativas de la gente (o por lo menos las mías) están yendo
cada vez más alto. De paso te digo, y aunque me haya atrasado un poco, feliz
aniversario.
Te cuento por qué te estoy escribiendo, y te digo:
estoy sentada en mi cama, mientras el United Abominations suena (pronto siendo
seguido por el Risk, y si me quedo corta con este disco, sigue el Cryptic, y así…)
y las lágrimas siguen resbalando por mi cara, como desde hace, fácil, 15
minutos… ¿El motivo? Acabo de terminar de leer tu libro. Ya sé, muchos ni
siquiera saben lo que es un libro, o rara vez abrieron uno, a otros les pasa
que leen uno en dos días y pasan a otro, pero con este no pude… Es una mezcla
rara, entre angustia, felicidad, emoción… No sé, al leer este se me mezclaron
todos al mismo tiempo, o dependiendo del capítulo. Aunque traté de no
terminarlo de un tirón, y fui leyendo de a poquito, siento que lo terminé
demasiado pronto. Francamente, no me sentía preparada. No quería terminarlo.
Al principio sólo lo leía en mis largos viajes de
tren, o subte, después, cuando sentía que tenía que seguirlo (siempre evitando
el impulso de devorarlo) empecé a hacerlo en mi casa. Primeramente de noche,
antes de dormir, después me dio igual el momento del día que sea, pero empecé a
hacerlo más seguido.
La cuestión es que, por lo menos hoy, ahora, no
vengo a escribirte desde el lugar de fanática de Megadeth (o She-Wolf, como solés
llamar a la rama femenina de tus fans), sino como admiradora de tu persona,
como admiradora de David. Sé que te lo habrán dicho muchas veces, sea por el
motivo que fuere, y que hasta a veces sé que te puede cansar, pero yo vengo a
hablarte en los aspectos generales que mostrás vos, contando tu historia. No te
admiro por los aspectos negativos, como muchos otros harían: por drogarte,
acostarte con muchas mujeres, emborracharte día por medio, agarrarte a
trompadas con medio mundo… Lo que realmente admiro de vos, es que, cada vez que
te caíste, te levantaste. Cada vez que tropezaste con una piedra, la pateaste,
para un costado o para adelante, y volviste a caer. Cada puta vez que sentías
que tu mundo se iba a la mierda, siempre pudiste salir adelante, recurriendo al
medio que fuere. Te recuperaste en todos los aspectos, seguiste con tu
maravillosa carrera, te casaste y formaste una hermosa familia, y aún así seguís
siendo todo un rockstar.
Admiro tu fortaleza personal. Profundamente. Tu
actitud hacia las cosas negativas que te pasaron. Desde tu más tierna infancia,
mudándote a cada rato, cambiando amigos y esforzándote por buscar algo que te
aleje de todo mal. En tu caso, fue la música, la guitarra. Yo también empecé a
una edad temprana, escribiendo, a los 14, por tener problemas. No los mismos,
obviamente, pero eran problemas al fin. A pesar de haber crecido en un hogar ‘tipo’
y cristiano (aunque actualmente no me considere como tal) también fui una
incomprendida, y lo sigo siendo.
No comparto muchas cosas con mis padres, ni con los
hermanos que viven conmigo. Desde gustos musicales, pasando por la religión, y por
una gran gama de temas, llegando hasta la política y los ideales. Es por eso
que mi vía de escape fue la escritura, y próximamente podré tocar la guitarra,
y también eso es gracias a vos. Vos me inspiraste, y te agradezco muchísimo eso.
¿Te digo más? Vos, sin conocerme, siendo de un país diferente, y doblándome
varias veces en edad, me conocés mejor que muchas personas de mi entorno, y hacés
muchísimo más por mí que aquellos que se hicieron (o se hacen) llamar mis
amigos. Me apoyás de forma tácita desde tu lugar, sin saber que yo existo en un
recóndito punto de ese planeta. Te cuento algo más, es probable que en un
futuro me tenga que operar la mano derecha, mi mano hábil. Sé que, debido a tu
accidente, estuviste sin tocar mucho tiempo, y que por fortuna pudiste
recuperar, pero que en el momento, fue una angustia, fue dolor, tratamientos,
aparatos por acá, aparatos por allá… Te digo porque sufro unos horrendos
calambres, cada vez más seguido y con más dolor, y de no encontrar algo que me
alivie, la operación va a ser inminente. Te digo como el intento de escritora
que soy, sé que si pierdo la habilidad, me muero. No aguantaría. Por eso mismo
vos sos fortaleza; estabas pasando un momento personal muy duro, y aún así lo
superaste.
Leyendo, créase o no, me sentí tocada. Identificada,
exceptuando temas como las drogas y el alcohol. Sufrí de maltrato por parte de
mis compañeros (o como popularmente se lo conoce, ‘bullying’), incomprensión, soledad,
vacío. Traiciones, mentiras por parte de ‘parejas’ y amigos/as cercanos/as. Puñaladas
por la espalda de los que uno no se recupera fácilmente, y hasta a veces no se
recupera de forma total. Perdí gente querida, por un motivo u otro, y me alejé
de otros. En un momento de mi vida estaba pendiente de otros, tratando de
complacer al mundo, y ahora digo con total libertad que no me interesa. No vivo
para cumplir los deseos de nadie, ni las expectativas, ni tampoco me mortifico
por lo que otros piensen de mí, ni de lo que hago o me gusta. Simplemente
aprendí a ignorarlos y a seguir en la mía. Y hoy día lo sigo haciendo, y lo
mantendré hasta que me muera, o pierda la cordura.
Me encantó la manera, la dulzura, con la que tratás
a los tuyos. Me emocioné mucho leyendo el capítulo en que conocías a Pam,
cuando se casaron, y creeme, lo que más me quedó resonando en la cabeza de esa
parte del libro, es lo que ese viejito simpático te dijo en el Luau. Terminé de
leer ese capítulo en un mar de lágrimas, y así fue al leer el próximo, esa
misma noche. La ternura con la que hablás de ella, de tus hijos, tus amigos
cercanos o aquellos que fallecieron. Al igual que vos, yo sé que no siempre me
porté bien con mi gente. Tuve varias recaídas con muchos de ellos (con algunos
sin una reconciliación, cosa que tampoco pienso hacer en, por lo menos, un futuro
cercano), con otros las cosas fueron mejor, y muchas otras veces tuve que
simplemente bajar la cabeza, dejar mi orgullo de lado por un momento, y pedir
una disculpa. Aceptar que me había equivocado, que había hecho las cosas mal. Esa
es la otra parte. Soy asquerosa y terriblemente orgullosa, y es otro aspecto en
el que me siento identificada con vos. No me avergüenza decirlo, ni mucho
menos. Me alegra ser así, aunque, hay veces en las que te puede jugar en
contra, como bien nos pasó a los dos.
¿Te cuento otra cosa? Se me erizó la piel cuando leí
lo que dijiste de Argentina, ya casi llegando al final, y me sentí feliz de
formar parte de esa audiencia que vos tanto amás, esa que tanto respetás y que
tanto te gusta complacer con tus presentaciones (para colmo, coronando este
preciso momento, suena de fondo I’ll Be There), y acá sí voy a apelar a mi
droogie interior. Si había escuchado que sonaban de puta madre en un disco, en
una versión de estudio, ni te imaginás lo que fue para mí haberlos escuchado en
vivo. Desde que te conozco, desde que me enamoré de Megadeth, y desde que
dispongo edad y capital para hacerlo, te fui a ver tres veces, dos de las
cuales estuve en valla, justito delante de Junior, y en una de esas dos
ocasiones, tuve la suerte de hacer contacto visual con vos, y haber recibido un
beso aéreo de tu parte. Sé que no te acordás, porque no tenés ni la menor idea
de quién soy, pero ese día lo tengo grabado con un hierro caliente en mi mente
y en mi corazón, es un recuerdo inolvidable. ¿Te digo más? Tanto en el 2O11
como en el 2O12, fui al hotel, a hacerte el aguante. Aunque no hayas salido,
estuve ahí, sabiendo que vos estabas adentro. Recuerdo que el año pasado, un día
antes de tu cumpleaños, salí antes del colegio, viajé dos horas el largo trecho
que me separa del Sheraton y te llevé una carta, de puño y letra. Incluía una
foto mía y una caricatura tuya que hice. Si la leíste o no, no importa, pero yo
sé que esa carta llegó a tus manos, y me da mucha alegría saberlo.
Sé que esto te lo habrán dicho también un millón de
veces, pero para mí Megadeth no es sólo música, no es una banda más. Y no hablo
sólo musicalmente, porque perfectamente, los fervientes seguidores como yo
saben que son una de las bandas que mejor suenan, una de las bandas que mejor
se mantiene, y aunque muchos digan lo contrario, la esencia está presente en
todos, absolutamente todos los discos, y con orgullo te cuento, me faltan
cuatro para completar la discografía (desgraciadamente, dos de ellos no se
venden en mi país, pero no importa, me las voy a ingeniar para conseguirlos). No
perdieron la identidad, y eso es difícil de hacer. Ustedes son más que eso. Vos
me conectaste con gente, y te digo por qué. En mi entorno no es algo natural
que una chica de 15 años escuche Megadeth, no es normal directamente que
escuche metal o rock pesado, y pensé que sería así siempre, hasta que, y
reitero, gracias a vos, eso cambió. En las ocasiones que fui a hacerte el
aguante, tanto en la puerta del hotel como en las filas, conocí gente por demás
maravillosa. Te cuento, en noviembre de 2O11, ese miércoles de tiempo loco (ya
que hacía un calor que rajaba la tierra y de un momento a otro llovía, y se
nublaba, y así sucesivamente) conocí a la persona que amo, con la cual, desde
el 28 de ese mes, sigo de novia. Al año siguiente, y también gracias a blogger
y a twitter, conocí a tres chicas geniales, que después de mucho hablar, vernos
y compartir gustos afines, hoy tengo la suerte de llamarlas amigas. Estoy
segura que te encantaría conocerlas, no sabés lo que son. La primera de ellas
se llama Camila, vive en La
Plata y tiene un blog como yo. La segunda se llama Guadalupe,
vive en la Capital
y si bien tiene un blog, no lo usa con tanta regularidad, pero toca el bajo. La
tercera se llama Florencia, tiene un papá músico y te hizo el aguante como yo,
en valla, el 14 de septiembre de 2O12. Las cuatro vivimos lejos (o mejor dicho,
yo vivo lejos de ellas), pero compartimos esta pasión, y es esta misma la que
nos juntó y nos unió. Es más, se sigue sumando gente; sigo sumando chicas a
este círculo por la pasión que compartimos (mayormente por twitter),
compartiendo charlas y salidas, y así no me siento anormal, ni rara. Estoy con
gente con la que comparto cosas. Y todo, todo, gracias a vos.
En fin Dave (perdón por la expresión, David me
suena muy formal y no es la intención, quiero hablarte con cariño), se me hizo
un poco extensa la carta, pero tenía, sentía
la necesidad de hacerlo. Claramente no superé que terminé tu libro, y a pesar
de tener otros en fila para leer, uno de los cuales seguramente empiece esta
misma noche, que no te quepa la duda que voy a volver a leer tu obra. Una, dos,
tres, mil veces más. Sé que, al igual que con tu música, jamás me voy a cansar,
y sé que lo podría leer mil veces, y seguir haciendo esa coctelera de emociones
y sentimientos como la primera vez. Sabés, te quiero muchísimo, te admiro. Sos
mucho para mí. Y ahora los demás entienden que no sólo sos en mi vida “el
cantante de una banda”, sos mucho más que eso. Sos más que una guitarra, más
que música, más que una obra escrita. Para mí, sos muchísimo más que eso, y
siempre va a ser así. Espero con ansias la salida del nuevo disco, las próximas
visitas de Megadeth a Argentina, y me gustaría que, en el momento que le envíe
la entrevista a Ellefson para que la conteste, puedas estar ahí, y contestarla
con él. Para mí sería todo un honor.
Mientras escribía esto, al hilo, sonaron tres
discos tuyos. Gracias. Nunca me voy a cansar de decírtelo. Infinitamente
gracias por todo lo que hacés por mí. Me inspirás, me salvás todos los días. Te
adoro Dave, mucho. Gracias, y hasta la próxima.
Con cariño,
Rocío.
Me sentí identificada en muchos puntos de la carta. Y admiré la forma en que hablas de él, casi como si lo conocieras, pero con cariño, admiración y respeto. Honestamente, admiro como sos, aunque no hablemos seguido, ni tengamos tanta afinidad. Me encanta como escribis, y espero que algún dia tu sueño de publicar un libro se te cumpla, te lo mereces, porque sos una gran escritora. Debo confesar que solté un par de lágrimas. Espero algún dia sentir lo que vos sentis por Dave.
ResponderEliminarCreo que dije todo lo que tenia que decir.
Nos leemos (?) Un beso :)
AMÉ esta entrada. No sé si ya te lo había dicho, pero amo la forma en la que escribís. Sabés elegir las palabras correctas y expresar en palabras tus sentimientos, cosa que es MUY dificil de hacer para cualquier persona. Yo, por ejemplo, si quisiera escribirle una carta al colo, no sabría por dónde empezar. Probablemente no podría describir un tercio de la pasión y el amor que siento por él, pero vos lo lograste, ¡y mirá el tremendo pedazo de carta que te mandaste! Comparto un montón de cosas, principalmente el hecho de que Megadeth es más que una banda, que tan solo escuchar su música te pone de mejor humor y te reconforta en los peores momentos. Bueno, eso nomás. ¡Hermosa la entrada!
ResponderEliminarQue increíble carta, describe el aprecio que le tienes a Dave no como muchas fans que solo lo aman por ser guitarrista y ser guapo
ResponderEliminarMe emocioné, te juro. No exagero ni nada, a pesar de que me gusta bastante Megadeth, no soy seguidora (si se podria llamar así) a morir , pero sé valorar lo que una banda transmite, y lo que sentis y expresas vos, es increible!
ResponderEliminarEs muy lindo y a veces, dificil de explicar, lo que una banda o la persona te hace sentir. Va más allá del fanatismo, etc etc, esto ya es hablando de admiracion, pasión y el amor infinito.
Me pasa exactamente lo mismo con otros integrantes de otras bandas, y por eso comparto lo que siento, con lo que escribiste.
Y es tan placentero sentirse así, es tan hermoso que una banda te transmita tantas cosas, que esté con vos a través de sus canciones, discos, o mucho mejor, presenciando un recital suyo.
No sé otros géneros, pero creo que lo que siento con las bandas de Rock, no lo voy a sentir nunca en la vida con otra cosa, ni nada. Bueno se me hizo un poco largo el comentario, jajaja, pero queria hacer incapié en esto..
LARGA VIDA AL ROCK ♥
Un beso Ro, AH! y por cierto, sos una muy buena escritora, tenés un gran futuro, seguí así, NADIE te lo va a impedir mientras vos lo tengas en mente.
Me encanto.
ResponderEliminarQue hermosa carta! :) y que hermosa forma de transmitir lo que sentís por Mustaine, ese maravilloso hombre :) amo tu blog! Es de los mejores :) te deseo las mejores de las suertes para este año !
ResponderEliminarMe encantó Rochis, me hiciste llorar. La verdad que el libro es re emotivo, yo no aguanté y me lo devoré en 4 días. Mustaine es un genio, su forma de escribir me apasiona y es una gran persona.
ResponderEliminarMe gustó muchísimo, es hermosa esta entrada. Como siempre te digo, amo como escribís. Saludos :)
Como ya aclaré, estoy llorando. Aunque no admito que vienen pasando cosas por acá, haber leído exactamente lo que me pasa con Dave (sí, no hay nada que haya leído en esta entrada que a mí no me pasara) estando tan bien escrito y proviniendo de las manos de una de mis amigas me emocionó y mucho, me dan ganas de leer el libro de nuevo.
ResponderEliminarAh, eso sí, no coincidimos en que lo leímos lento. Yo lo terminé en dos días, y si hubiera sido por mí lo hubiera hecho en una tarde. Porque, cuando lo vuelvas a leer, como todo buen libro vas a encontrar cosas nuevas, vas a reflexionar cosas que con la lectura anterior no reflexionaste, y así. Un libro JAMÁS se termina de leer, un libro JAMÁS se termina de comprender.
Ro, te felicito muchísimo por esta maravilla que creaste inspirada por nuestro ídolo y tres de sus discos, y además, por todo lo que anteriormente hiciste. Y muchísimas gracias por hacérnoslo leer. Te admiro, y vos seguí así que si nadie te quiere Lady Macarni te va a bancar como sea.
Hemoso Ro, me senti tocada ! Y la verdad estoy de acuerdo y comparto todo lo que dijiste :D segui, lucha y lucha que esto es lo tuyo!
ResponderEliminarVas a llegar muy lejos hermana, yo lo se..
Con cariño Nicole de Misiones :)
Que lindo todo esto que escribís. Lo que me sorprende es lo mucho que me identifico, por más de haberlos visto una sola vez en vivo y de conocerlo hace, solamente, un año. No se necesita más tiempo para amar, querer, idolatrar y admirar a este hombre tan grandioso. Y leyendo los otros comentarios veo que todos leyeron su libro...Si tan solo vendieran ese libro acá en Río Gallegos...
ResponderEliminarComo me levantó el ánimo esta carta. Aunque somos de diferentes países y tenemos diferentes edades, creencias, etc, la música nos une. Vivimos miles de millas aparte pero nosotras, las She-Wolfs, somos como una familia. Yo también leí el libro de Dave y también me inspiro bastante. Tenía mucho en común con el, especialmente cuando era niño y tenía problemas con su padre. Ojalá que Dave lee esto o que por lo menos sabe que tanto nos importa e inspira.
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