miércoles, 26 de diciembre de 2012

Countdown to Extinction II

Hace algunas horas, y gracias a twitter, me enteré del fallecimiento de Winner, el último oso polar que quedaba en el zoológico de Buenos Aires, que fue a causa del extremo calor del lunes (rozando los 5Oº de sensación térmica) y el estruendo de los fuegos artificiales, típicos de esta época. Es una noticia triste, de donde se la mire, pero hay factores que, al no tomarse en cuenta, pudieron haber evitado la muerte de la criatura. Vamos de a partes:
En primer lugar (y como también dije en twitter), la ubicación del zoológico es pésima; está en una zona céntrica que expone a los animales a riesgo, a contaminación y a estrés permanente. El ruido, el tránsito continuo, la gente que vive ahí, los estruendos, la música, las bocinas y demás. Una cosa es un animal doméstico, como bien puede ser un perro, un gato, un pájaro silvestre o hasta un hámster, pero animales que son de un hábitat determinado, no se acostumbran a todos estos factores. Pasa lo mismo con zoológicos de grandes ciudades, como el de Nueva York, que probablemente es el más conocido (no, yo nunca fui, pero vi fotos y demás). Había un proyecto de trasladarlo a una zona menos urbana, menos céntrica, el cual se debatió hace varios años… Y bueno, seguimos lamentando las consecuencias como estas. Lo ideal sería que esté en un lugar tranquilo, como están el zoo de Luján o Temaikén. No estresa a los animales, no los expone a estos peligros típicos de las fiestas, y al mismo tiempo no molesta a los vecinos (por el tránsito de gente, el olor, etcétera).
En segundo lugar, y ahora pregunto, ¿a qué clase de mente insana se le ocurre tener un animal acostumbrado al polo, en una ciudad denominada subtropical? Si bien el director del zoológico se excusa diciendo que son animales nacidos en cautiverio (el colmo sería que lo saquen de su hábitat) y que no están acostumbrados a caminar sobre el hielo, todos los osos polares, su anatomía, la cantidad de grasa bajo la piel, las necesidades, SON IGUALES. Sufren el calor, y sumando el temperamento que, según dicen, tenía este animal, resultó en una hipertermia, provocando la muerte. Importa un bledo dónde haya nacido el animal; no es uno que se acostumbre a un clima caluroso y húmedo como el de Buenos Aires, y menos en pleno diciembre. Es como llevarse una iguana del Brasil y criarla en Alaska, pretendiendo que viva, o que críen un ave tropical en cautiverio en un clima como el de Finlandia. Por más que el zoológico tenga todos los permisos, todos los avales internacionales y todas las supervisiones que se te ocurran, no puede haber animales de clima frío en un ambiente así… Como la presencia de osos polares en zoológicos de México, por ejemplo. Es inhumano. Y esta es la misma razón por la cual se extinguió el tilacino; una noche murió de frío por culpa de quien se olvidó de cerrar la puerta de su refugio… Siendo este un animal de clima cálido.
En tercer lugar, y no menos importante, el hábitat natural de los osos está siendo destruido por el hombre, meramente por motivos económicos. Está confirmado que existen grandes yacimientos de petróleo bajo las capas de hielo del polo norte, y el hombre se asienta en campamentos, lleva maquinaria, contamina las aguas y espanta el alimento de los animales nativos de ahí, provocando que tanto osos, como morsas, focas y pingüinos migren, mueran de hambre, no tengan hielo sobre el cual reposar, mueran por contaminación con petróleo, y en los casos más extremos, recurrir a prácticas antinaturales y atípicas como el canibalismo. De no ser por esos, no serían necesario tener que refugiarlos en un zoológico que no corresponde a su clima. La plata está importando más que el equilibrio natural, y eso es preocupante. No sólo afecta a los animales que viven en el polo, afectan a los animales, las plantas y los seres humanos, que compartimos TODOS este gran planeta. ¿Ustedes se piensan que estas lluvias torrenciales, las tormentas de granizo intenso y los 48º C que hicieron el otro día son por arte de magia? NO, es por algo que se llama calentamiento global, y se debe al que se está alterando el equilibrio de la naturaleza gracias al hombre y su ambición.
Por último, quería decirle a la gente que empezó a putear a los zoológicos, con el típico cliché de “odio los zoológicos, son una mierda, no merecen blablabla…”, hay especies animales que necesitan de estos lugares, de reservas naturales y demás, para sobrevivir, y es por dos motivos. El primer motivo, y repito, es gracias al hombre. Un animal como el cóndor no debería estar en zoológicos, pero al día de hoy es necesario. En el mismo, hacen programas de reproducción, los crían sin contacto humano, y después los sueltan en la naturaleza. En su hábitat natural no se reproducen, por un motivo u otro, motivo por el cual están casi al borde de la extinción. El segundo motivo, se presenta en las “fallas” que tiene la naturaleza. Por ejemplo, el tigre blanco es probablemente el más admirado del reino animal, y codiciado por su hermosa y extraña piel. El problema de este gran felino, es precisamente ese. Al ser de un color llamativo, le cuesta mucho camuflarse, por lo que muchos individuos terminan muriendo de hambre. Siendo así, es imperiosa la necesidad de mantenerlos en un lugar seguro donde sean alimentados y protegidos contra la codicia de los cazadores furtivos.
En fin, me tardé un poco, pero no podía pasar esto por alto. Es momento de crear conciencia de alguna manera y avivar a la gente, que hay animales que no son aptos para vivir en determinadas condiciones en algunos ambientes que no concuerdan con su anatomía. Descansá en paz, Winner.

1 comentario:

  1. Me ganaste de antemano, jaja! Tenés toda la razón del mundo, la muerte de este hermoso animal pudo haber sido evitada, pero es obvio que tenemos mucho que aprender en cuanto al cuidado de los animales. Escuché que a Winner lo habían dejado en esa cuevita para evitar que se lastime o que escape por los nervios causados por la pirotecnia, pero si tan solo lo hubiera soltado para que pueda darse un chapuzón en el agua fresquita quizás estaría vivito. Además no cuesta nada ponerle un techito y un aire acondicionado potente, si lo sacás de su hábitat por lo menos dale uno que sea parecido, no uno que tenga 80°C más de lo que el animal pueda soportar. Ya dijiste todo en esta entrada. Ojalá que este lamentable acontecimiento ayude a la gente a darse cuenta que algunos animales no pueden estar en un zoológico, y así poder evitar que otros bichitos terminen como el pobre Winner. Besos!

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