Carta al escritor (por Bian Locatelli)

Hoy, durante la hora de cultura y el recreo que le sucedió, me puse a pasar al blog no-virtual un par de borradores que tenía que terminar (como el del sueño de Pantera) y una vez que lo pasé en limpio, y una vez que el recreo había terminado, Bian me pidió si podía leerlo, y obviamente, accedí. Me alegró saber que, además de leer y elogiar mis escritos, me dejó una nota muy linda que podrán leer al final de esta entrada.

Últimamente el que también se copó y le gustó mucho como escribo es Orlando, el profesor de la materia que nombré un poco más arriba (el mejor profesor que tengo la suerte de tener, bah, que tenemos la suerte de tener, a menos que alguno de mis compañeros difiera en lo que pienso yo) que, si bien hoy estuve de mal humor y admito que estuve en las nubes y encerrada en mi enojo, hoy también hizo un comentario acerca de mis escritos que me hizo (casi) ruborizar. Osea, que alguien de mi familia, que una amiga o mi novio digan que escribo bien y tengo madera (y paciencia, y horas y horas de práctica) para hacerlo, es natural; es gente que me quiere y, aunque tengan razón, no van a “herirme” diciéndome que soy una mierda y que no sirvo para esto, sino que me alientan. Pero, ¿que me lo diga un profesor? ¿Un tipo que conozco hace, contando sólo los viernes que lo tengo en el aula, 5, 6 días? Distinto sería de uno que me conoce y sabe que me gusta, pero, esto lo dijo la clase pasada (el viernes pasado no, el anterior) después de ojear mi blog... ¿Realmente seré así como dicen? Creo que nunca lo podré saber... Sólo así... No mentira, digo que no lo voy a saber hasta que realmente vea los frutos que resulten de esto... Y buen, me resta decir que, así como están quienes disfrutan lo que hago, hay otros que no, y en vez de ignorarlo o decírmelo de una buena manera, se dedican al insulto y al anonimato, cosa que, desde mí punto de vista, me parece de lo más patético... En fin, he aquí la carta de mi amiga Bianca:

“Me hizo bien leer algunas cosas que creía que yo sola sentía, leí cosas, sentimientos & frustraciones que me hicieron sentir las mismas discusiones con mi mamá. Tenés la capacidad de volcar con tal intensidad lo que sentís, que provocás tu ira al que lo lee.

No dejes de hacer lo que te gusta, porque sé que te gusta escribir, más allá de que sea un pasatiempo, vos lo disfrutás & te sale como a nadie. Jamás me interesé en leer como hoy.

Te quiero amiga, no te frustres con los problemas cotidianos porque te juro que tengo los mismos & siento la misma mierda

Te quiero ♥

Bian.

22 de junio 2012     4:27 p.m”