Rocío en el maravilloso mundo del Metal. Capítulo 1

Explorando tierras desconocidas

Corría el año 2005. En parte gracias a mi profesora de inglés de ese entonces y en parte gracias a mi hermano mayor (y a sus fiebres temporales), pero más que nada por iniciativa propia, estaba dando mis primeros pasos en lo que es la música más hermosa, la que me llevaría a la senda que camino hoy en día. Mi profesora era fanática de los Beatles, y cuando teníamos phonology (fonología; pronunciar mejor el inglés, materia que siempre creí al pedo), nos daba canciones y las cantábamos en clase. Dos de ellas, de las que más recuerdo, son: All My Loving y Yellow Submarine. A partir de ahí empecé a buscar y a investigar por mi cuenta, la historia beatle, la formación y demás, y empecé con temas como Let it Be, Hey Jude, Help! Y Yesterday, hasta llegar a la extensa biblioteca de canciones que tengo en mi poder y que llegué a adquirir a lo largo del tiempo.

Por su parte, sumando que en ese año su visita sacudió Buenos Aires, mi hermano estaba en su etapa de fiebre por los Rolling Stones, llegando a adquirir varios CDs y hasta un DVD (el primer DVD de música que vi en mi vida), el Bridges to Babylon Tour 97’-98’. Recuerdo que dos de los primeros temas que escuché de ellos son de su último CD (A Bigger Bang): Streets of Love y Rain Fall Down. Después fue cuando empecé a adentrarme más en esta banda que en los Beatles (sí, preferí siempre a los Stones y siempre lo voy a hacer), empecé a buscar, a leer y llegué a temas como Satisfaction, It’s Only Rock ‘n Roll, y Start Me Up (sólo por nombrar un par, conocidos), que me siguen gustando como la primera vez.

Si bien este fue un crack importante que se dio en mi cabeza, fue la segunda etapa; la primera se dio entre mediados del 2005 y principios del 2006, de ahí en adelante. En esa época, yo no era fanática de nada; más bien, me gustaba de todo un poco (o bastante). Esto también se dio gracias a los canales de música que yo estaba descubriendo (Much Music, MTV), donde pasaban videos de bandas que me gustaban (siempre dije: la única época que podía dejar estos canales más de 2 horas sin cambiar, fue en el año 2005). Entre estas bandas puedo nombrar: Attaque 77, Catupecu Machu, La Renga, Bersuit Vergarabat, Árbol (siendo ésta más que nada recordada por cantarla con amigos), Los Redondos, El Indio, Callejeros, Los Tipitos, Soda Stereo, Los Piojos, Calamaro, Charly García, Shakira, La Mancha de Rolando, La Oreja de Van Gogh, Ricky Martin, Fabiana Cantilo y Julieta Venegas. Bien, esos eran los intérpretes en español, después vienen los artistas internacionales, con My Chemical Romance a la cabeza: Good Charlotte, Green Day, Lenny Kravitz, Pink, Madonna, Michael Jackson, Red Hot Chilli Peppers, The Rasmus, The Killers, Black Eyed Peas, Ramones, U2, Coldplay, Oasis, Evanescence, Gorillaz, Keane, Marilyn Manson, Bob Marley (Three Little Birds, también enseñada por esa profesora de inglés), Pink Floyd, System of a Down, Avril Lavigne y Queen. Como verán, eran bandas muy diferentes entre sí, pero vuelvo a repetir lo de antes: ninguna me gustaba mucho más que otra, sino que más o menos estaban todas al mismo nivel, y al conocer grupos variados, tampoco conocía en detalle la discografía de cada uno, sabía algunos temas y hasta ahí. Otra cosa que voy a puntuar es que, como ustedes bien pudieron apreciar, nunca me gustó ni la cumbia ni el reggaetón, géneros que desde esa fecha, hasta este día, y hasta el día que me muera, voy a seguir pensando que son repugnantes.

Acá la cosa no termina, recién estaba comenzando. Para finales del 2005, las bandas más influyentes en mí estaban siendo principalmente The Rolling Stones, The Beatles, Good Charlotte y My Chemical Romance (siendo la primera la más importante y la última la que tendría más fuerte impacto en mi persona). A estas alturas, no faltaba mucho para que yo encontrara al metal… O para que él me encontrara a mí.