La emoción pre-recital empezó el martes; sin tener que ir al colegio, recorrí parte de la ciudad buscando al colorado y los suyos (Hilton primero, Faena después, hasta llegar al Sheraton). Las horas que pasé ahí, en compañía de gente re copada y apasionada (con decir que estuve hablando con unas chicas que vinieron desde MISIONES, digo mucho), aunque no hayan firmado nada ni hayan salido a saludar, fueron lo suficiente como para que me vaya contenta (igualmente con un tinte de desilusión), pero haber visto a Ellefson primero, y a Drover después, hacer contacto visual por unos segundos y que me levantaran el pulgar, fue suficiente para que me vaya emocionada. Sabía que lo mejor había empezado, pero que no iba a terminar sino hasta la noche del día siguiente.
Miércoles 9 de noviembre. Dormí sólo un par de horas. De la emoción daba vueltas en la cama sin poder dormirme. Suena el despertador a las 9 de la mañana. Lo primero que vi cuando me levanté, fue ese póster gigante del colo que tengo pegado arriba de mi cama, y así, despeinada, con cara de zombie, casi con la almohada de sombrero y con la remera que tengo a modo de pijama, lo primero que pensé es “no puede ser, hoy te veo y todavía no me lo creo”.. Me bañé, me busqué la ropa (y me estrené esa remera que tenía hace como 5 meses, esperando para la ocasión), me maquillé y me peiné.
Lo único que podía hacer, hasta que llegara el judío de Cepe y me pasara a buscar, era sentarme en la cama con la compu en el regazo a comerme los codos de los nervios, limándome la cabeza con la música del colorado y compañía. Una vez que llegó, cacé todo lo indispensable: celular, cámara, llaves, plata y esa preciosa entrada que tenía bien escondida en un recoveco de mi habitación por precaución (frente a reiteradas amenazas paternas de “te rompo la entrada en 20 y no vas a ningún lado), ya que no iba a exponerme a semejante riesgo… Y así, habiéndome preparado, salimos rumbo a la estación. Puedo agregar que en el camino lo vimos también a Luis Scola, pudiéndome sacar la duda de que el flaco realmente mide dos metros. Bien, llegados a la estación era cuestión de minutos para que arribáramos al tren que nos dejaría cada vez más cerca de materializar un sueño.
Llegamos a las once pasadas, once y pico, con un lindo clima nublado y ya unas cuantas personas adelante nuestro. Poco tardamos en ponernos a hablar con los chicos que teníamos adelante, unos cordobeses muy copados (entre ellos, el doble del hijo de Mustaine, créase o no) con los que compartiríamos toda la tarde hasta el momento de la entrada.
Ahora bien, los momentos de hambre, el calor sofocante (plus: TODOS con vestimenta negra, como para no cocinarnos), la tenue lluvia que cayó sobre nosotros acompañada de un viento bastante fresco, el no tener mucha sombra y el permanente paso de trenes para un lado y para el otro cada 10 minutos no evitó que pasemos un buen rato. Con un lindo sol de mediodía, comimos, hablamos (horas y horas… creeme lo que son horas) sobre nuestras vidas, nuestros gustos, nuestras opiniones, nuestra música y boludeces varias… Aparte de las súper emocionantes partidas de chin en las que me llevé dos victorias. Y bueno, así las horas pasaron, hasta que se hicieron las 6 de la tarde. Todos de pie. Faltaban sólo unos minutos para entrar, y la espera se hacía eterna. Ahí empecé a recibir mensajes, a morderme el labio y a inclinarme a un costado cada tanto a ver si las filas iban avanzando o seguían estancadas. Miraba para atrás y no podía creer, increíble la cantidad de gente que había, y como bien lo demuestra esta foto, parece la portada de Endgame:
Bien, ya habían abierto las puertas, ya me habían revisado (a ver si tenía un cuchillo, una pistola o una morsa epiléptica escondida debajo de la remera, porque esa mujer me tocó hasta la sombra) y estaba formando la fila de las mujeres, cuando un chico vestido EXACTAMENTE igual que yo (y yo segura que mi remera no la tenía NADIE), me saluda, diciéndome que me conocía del facebook. Efectivamente, es amigo de una muy amiga mía. Una vez adentro, corrí cual vikingo salvaje por la pradera para agarrar un cachito de valla… Lo hice. Este chico de verdad fue una salvación para mí; estuvo todo el recital atrás mío para que no me golpearan, ahogaran, acuchillaran y/o violaran, y aparte, gracias a él pude sacar TREMENDAS fotos y hacer varios videos (para más información, visita mi perfil de fb).
Ok, ya estaba adentro, aferrada a la valla, comiéndome la cabeza por saber que en unas horitas tendría al amor de mi vida frente a mis ojos haciendo hablar a la guitarra. Reconozco que estuvo mal haberle dicho de todo a los flacos que hacían las pruebas de sonido (al hippie, al gordo que tenía la curita en la cara con una luz de minero en la gorra, al pendejo que tiró un platillo chotoscientas veces, al doble de Hetfield más panzón), pero estuvo divertido escuchar las cosas que le decían (me incluyo: “aflojá con los postres Hetfield”). Entre prueba y prueba, aproveché para atarme el pelo para estar más cómoda, me aseguré que el judío no estuviera lejos y saqué la cámara para tenerla a mano, hasta que de un momento a otro, llegaron los primeros teloneros, Serpentor, que debo decir que no me gustaron. Tocaron muy bien, eso sí, pero la voz no se escuchaba una mierda. Después, Malón. Admito que, aunque siempre despotriqué un poquito contra este grupo, debo admitir que no sonaron nada mal, pero al no ser simpatizante ni fanática, sólo me dediqué a quedarme neutral y a sacarle fotos a O’connor, quien por cierto, estuvo a unos centímetros de pegarme tremendo garzo (suena rico, ¿no?).
Bien, Malón ya estaba terminando con su presentación. Todos estaban con sus cámaras y celulares listos. Estábamos impacientes porque amagaban jugando con las luces, haciendo sonar las guitarras y cualquiera de nosotros pensaba que podía tratarse de la banda. Hasta que por fin, el estadio se oscureció. Unas tenues luces azules iluminaron el escenario. Se iluminó la batería. Comenzaron a escucharse las primeras percusiones. Todos estaban a punto de estallar, en cualquier momento… Cámaras, celulares y filmadoras puestas en todo el escenario. Una cortina de humo, seguida por la salida de Ellefson (quien maravillosamente estaba a escasos centímetros de mi persona)
y Broderick (ubicado en la otra punta.). Ya, ya casi, ya casi salía... Hasta que de golpe, PUM: un estallido de luces blancas, tras la cual salía ese colorado hermoso, el amor de mi vida, caminando tranquilo con su hermosa guitarra de Rust In Peace, abriendo con Trust. La locura y la emoción se mezclaron con los gritos y los saltos; el show había comenzado.
No daba crédito a mis ojos. Era jodidamente increíble estar ahí cantando a todo pulmón mientras filmaba el tema apertura. Una vez finalizado, y durante los próximos tres temas, me dediqué a sacarles fotos, que como ya dije, más de una salió espectacular. Y así hasta que escuché a Mustaine diciendo “This song, is about a very dangerous woman”. Oh por dios, iban a tocar She-Wolf. Con lo que es este tema para mí y por la adicción que me provocó al escucharla por primera vez, no lo dudé un segundo.; preparé la cámara para filmar y así fue, entre canto, salto y emoción, había filmado otro señor video. ¿Otro video más? Sí, siendo A Tout le Monde uno de los primerísimos temas que escuché de Mega, no podía no filmarlo…. Y bueno, tampoco podía creer estar escuchándolos en vivo., pero así fue. En el medio se venían dos temazos de Th1rt3en, Whose Life (tocada por primera vez en vivo… Sí, además de ser el primer país de la gira, tuvimos ese privilegio) y Public Enemy (otro video que filmé), que hacía poquitos días habían publicado el video. Todavía casi sin creer que estaba ahí, saltando, gritando y cantando, con mi amor platónico a escasos centímetros, la noche no pudo haber seguido mejor cuando empezaron con la orgásmica intro de Head Crusher. Con lo que me gusta el tema, el video y el sonido en sí, no podía dejarlo pasar, así que también me vi obligada a filmarlo… Después de todo, si se fijan detenidamente cómo es el URL de mi blog, lo entenderán… Ajá, bueno ahora lo saben. Todo estaba yendo excelentemente. Ya para ir cerrando el show, siguió una espectacular selección de clasicazos… Viendo el video de Symphony no podía creer que tenía a BRODERICK justo al frente mío y hacía muecas, caras, movía el pelo re sexy, guiñaba el ojo, una de las poquitas veces que lo filmé tan de cerca
Justo después de eso, cuando ya terminaba el tema, enfoqué la cámara para atrás mío y era increíble la cantidad de gente que había... Parecía un mar de cabezas, todos saltando, agitando, había algunos que se estaban matando, y así sucesivamente… Después en Peace $ells, casi muero cuando salió ese Vic Rattlehead gigante (era grande, no era peticito como muchos decían) y se recorrió el escenario…. Perseguido por mi cámara, claro está. Okey, ya para el último tema, yo ya no lo podía creer. Estaba transpirada, empapada con agua que daba prevención, despeinada, con el maquillaje corrido, con un dolor en los brazos y en las costillas increíble… Había escuchado el coro argentino de Symphony, escuché en vivo los mejores temas, algunos de los que me iniciaron en Mega, estaba en la valla… Ahí, ya casi al final, miré fijo donde estaban Ellefson, Mustaine y Broderick tocando juntos en el centro y pensé “la puta que valió todo lo que pasé… Ahora puedo morir feliz”. Para el final, cuando ya se habían presentado antes de irse, apareció Mustaine adelante mío, con un montón de púas en la mano…. Sabía que no iba a poder agarrar ninguna, pero al verlo y que por unos segundos, él me mirara a los ojos, fue motivo suficiente para irme con una sonrisa grande como su guitarra en el corazón… Y ahí, PUM, tiró el puñado de púas y yo ahí. Perdí la noción del tiempo, del espacio y del dolor. Uno por arriba, otro por abajo, empujones, codazos, pisadas, manotazos, tropezones, mordidas, de todo hubo ahí adentro, en esa cacería., en la cual casi muero por aplastamiento de la caja torácica.
De camino a la estación, me compré un re póster que pegué arriba de mi cama y una remera S. Hijos de puta, ¿tanto les cuesta hacer más remeras de ese talle? Siempre me cuesta un huevo conseguir una. Es más, estuve por irme sin un carajo de remera, pero de milagro la pude conseguir… Y les cabió por el culo a todos.
Y bueno gente, así termino esta maravilla de recital a la que pude asistir, ya me lo había perdido el año pasado, y no iba a dejar que me pase lo mismo esta vez. Me fui feliz sabiendo que escuché algunos de los mejores temas de esta hermosa banda, uno de los cuatro grandes; habiendo visto al máximo amor de mi vida, ese colorado precioso que me vuelve loca con el que hice contacto visual;
habiendo tenido a Chris, esa hermosura morocha que toca la guitarra como los dioses, que también me miró a los ojos y esa mirada me penetró hasta el alma…
Y algo que me di cuenta unos días después del recital, es que, justamente vinieron a presentar el disco Th1rt3en… Y tocaron TRECE TEMAS, qué loco. Bien, ahora por eso, mucha gente se quejó porque duró poco, por esto y por el otro… SIEMPRE van a estar aquellos que se quejen de algo MÍNIMO en un recital que estuvo más que PERFECTO. Manga de subnormales, se ve que no recuerdan que el colo sufrió una jodidísima lesión en el cuello hace casi dos meses, por la cual corría el riesgo de quedar postrado en una silla de ruedas para siempre… Aún así, el flaco se calzó las botas y dijo que los shows los iba a dar igual, que no podía empezar la gira decepcionando al mejor público que tiene, ya que él nos considera como tal, así que, a todos esos infelices que se quejaban, que putearon a la banda, que decían que el colorado era un idiota o que hasta SE SINTIERON ESTAFADOS, pueden hacer una fila e ir uno a uno chupándome bien el labio menor izquierdo; a ver si alguno de ustedes puede llegar alguna vez en sus mugres vidas al nivel de el colorado y los suyos, desgraciados.
MEGADETH, MEGADETH AGUANTE MEGADETH
Muchas gracias loco, se la re bancaron, estuvieron geniales, me encantaron, me hicieron volar la cabeza, me hicieron vibrar y me hicieron emocionar. Otra cosa, que ahora gracias a ustedes comprobé que sí puedo ir a campo porque sobreviví, que no siempre en tus momentos de mayor felicidad llorás (no me salió una puta lágrima, pero no porque fuera insensible, estaba más feliz que la mierda) y que si no me quedé sin voz ahí adentro, a pesar del dolor de garganta que tengo ahora, nunca jamás en mi vida voy a quedarme sin voz en un recital….
GRACIAS DAVE, GRACIAS SHAWN, GRACIAS DAVID, GRACIAS CHRIS !
MUCHÍSIMAS GRACIAS A LOS CUATRO POR HACERME PASAR UNA NOCHE INOLVIDABLE, DE CORAZÓN, NO TENGO MÁS PALABRAS PARA USTEDES. SON INCREÍBLES.