Un sueño. Una realidad?

Siempre hablo de los sueños raros que tengo, que a veces asustan, otras veces están buenos soñarlos y otras, simplemente, divierten por sus incoherencias e imposibles. Pero esta vez, no. Esta vez, me toca hablar de lo que soñé hace dos noches (osea, noche del 12 de agosto), que, si bien fue un sueño raro y me asustó un poco, tiene cierta conexión con la realidad, y tal vez, con el pasado. Veamos:

Primeramente, tienen que saber un par de detalles para entenderlo; desde la puerta de mi habitación, mirando por el pasillo hacia la izquierda, puede verse la mesa de luz de mi viejo. Si está la luz del pasillo encendida, se ve, pero sino, no…Bueno, la cosa es que yo me encontraba en mi pieza, haciendo no se qué, y se me ocurre salir (sería de noche, porque estaba todo oscuro) y dirigir la vista hacia la izquierda ¿Qué veo sobre la mesa de luz? Una nena sentada, de corta edad, vestida con un vestido blanco. Por la leve transparencia de éste, se me vino a la mente la palabra fantasma. El pelo, largo hasta los codos, le tapaba gran parte del rostro, pero igualmente su vista estaba dirigida al suelo. Por último, vi que en su manito derecha, tenía agarrado un osito de peluche. Paralizada, me quedé mirándola unos segundos, después me fui y hay una escena desaparecida. Volví a la puerta de mi habitación y la miré; esta vez la nena estaba exactamente igual que antes, pero parada y más cerca mío. Otra escena desaparecida. A la tercera vez que aparezco en la puerta de mi habitación mirando hacia la de mis viejos, veo que la nena está solo a unos centímetros de mí. Cuando levantó la vista, realmente me asusté. Sus ojos eran blancos, no tenía iris, pupila, ni nada, solamente emitían una tenue luz blanca. Los pocos segundos que mis ojos quedaron clavados en los suyos, fueron unos de los más feos y desesperantes que pasé alguna vez.

Al despertarme, estaba transpirada, agitada y con el corazón acelerado. Por la persiana vi algunos rayos de sol, asumiendo que ya había amanecido. Cuando miré el celular, efectivamente: ya eran las 9 y algo de la mañana. Pude volver a dormirme, pero cada vez que cerraba los ojos, veía en mi mente la cara de esa chica de ojos blancos… Algo realmente escalofriante.

Pero no termina ahí. Lo raro fue cuando, yendo en el auto, le cuento a mi vieja este raro sueño que tuve, y ¿qué pasó? Empezamos a hablar de presencias, fantasmas y cosas como esas. En una me dice ‘sí, puede ser que en una casa haya un fantasma’. Para qué mierda la seguí interrogando, ahí sí que la coincidencia me sorprendió (casi ‘asustó’) mucho. Resulta que los ex dueños de esta casa tenían una hija. No sé que enfermedad tenía, pero estaba muy grave, hasta que un día murió. En esta misma casa, en la que yo estoy viviendo. Puede ser que haya soñado con el espíritu de ella? Coincidencia? O sólo un mal sueño? No sé. However, creo que puede existir alguna rara conexión… Hay que ver.