Iron Maiden. Viernes 8 de Abril. Estadio Velez Sarsfield.

Excelente, la puesta en escena.

Enorme, el calor del público.

Espectacular, el sonido.

Enérgica, la actuación de la banda.

Impresionante, Eddie Final Frontier.

Sorprendente, la cabeza gigante de Eddie.

Emocionante, Coming Home y Blood Brothers.

Admirable, el calor hacia el público argentino.

Incomparable, con cualquier otra banda que haya visto.

Genial, la buena onda de los metalheads que me rodeaban.

Buenísimo, el chaleco de Cherman (oh sí, con mucho rock).

Y así tranquilamente podría continuar, pero no tengo más palabras para expresar lo que siento…

Fue a eso de las 6 de la tarde cuando llegué a Velez con Lu, previamente, habiéndonos enterado que el judío de Cepe no tenía alta norte, sino sur, cosa de no poder compartir el recital juntos. Aún así, habernos encontrado con Willy y Agus, y haber pegado onda con los chicos que estaban en la fila de adelante (y la que estaba delante de la de adelante) nos hizo pasar mejor acompañadas el momento, pero lo que me empezó a dar un toque de miedo, era el supuesto brasilero -que era más argentino que Iorio y Baby Etchecopar juntos- que tenía tremendo pedo y me daba charla en un portuñol espantoso y ya hubo un punto en que tenía ganas de pisarle la cabeza. Aunque la primera banda telonera no fue de mi agrado, me divertí mucho. Ahora, cuando el de Kamelot decía “one more, one more”, tenía ganas de patearle la dentadura con el borcego derecho… Un poco más de espera, hablando de Linkin Park con Brian -uno de los chicos con los que me puse a socializar- y los dos llegamos a lo mismo: NI PUNTO DE COMPARACIÓN con lo que, hasta ese momento, estaba siendo Maiden; las plateas estaban hasta las tetas (más la norte que la sur) y el campo ni te cuento… Minuto a minuto seguía entrando gente en manada, hasta llegar al punto de que no entraba más ni un alfiler y no como en Linkin Park, donde el campo no estaba ni por la mitad (entre tema y tema había gente que se tomaba el palo), un poco nuestra platea -la norte- estaba un poquito llena, pero la alta sur no tenía ni un cristo… Pero Maiden, literalmente, estaba MÁS que hasta las tetas, y aparte, el sonido, la escenografía, nada pero nada que ver… Dios, hasta los teloneros tuvieron mucho mejor sonido que Linkin y compañía…

Y cada vez estaba faltando menos, hasta que… WAZZÁ, se apagaron las luces y empezó la reproducción del video, con The Final Frontier de fondo… Mi ansiedad crecía y crecía; a los que tenía al lado les decía “boludo/a, pegame, todavía no caigo que estoy acá y que Maiden está ahí abajo” Y LA PUUUTA MADRE, fue extremadamente muy genial. Dios. Dios, Alá, Budah, Vishnú y Yahvé, no puedo, no puedo terminar de describir el centenar de sentimientos y emociones que tuve esa noche; las canciones fueron MUY buenas -Willi, viste que no me dormí en When the Wild Wind Blows?- Y okey, en general, estuvo muy bueno el setlist, con los temas del nuevo CD -se me cayeron algunas lágrimas en Coming Home- y con algunos clásicos como The Trooper o Fear of the Dark dejé mi garganta. Ahora, haciendo un apartado, digo que faltaron temas como Run to the Hills, Can I Play with Mandes, Aces High o Phantom of the Opera (esta última fue la primera canción que escuché en mi vida de Iron Maiden). Una parte muy genial fue cuando en The Evil That Men Do salió el Eddie y yo me enloquecí; agarré la cámara y lo filmé todo, inclusive cuando se fue Eddie, que comenzó Fear of the Dark. Se convirtió en mi favorito, seguido muy de cerca por el Eddie Killers. Quieren saber una cosa divertida? No me acuerdo bien en qué tema fue, pero me mandé el headbanging de mi vida y me salió volando un arito... Sí, perdí una calaverita que compré en la Bond Street... Sí, perdí un arito pero me encontré una crazy band. Después cuando me agarró el ataque, fue cuando empezó la introducción de The Number of the Beast, mientras filmaba y la iba diciendo, esperaba a que Sofi me atienda el teléfono; me había dicho que cuando empezara esa canción la llame. Dicho y hecho, aparte de filmar toda la canción y cantarla como si fuera la última canción que cantara en mi vida, la mantuve en el celular un poco menos de los 4 minutos 49 segundos que me dura el video. Seguramente escuchó todo, pero también seguramente no entendió un carajo… Y bueno, ya que estamos, comento que aparte de los dos videos en los momentos que apareció Eddie (y Fear of the Dark) y The Number of the Beast, filmé la apertura con The Final Frontier y The Trooper… GENIAL.

En fin gente lo bueno, es que fue la mejor experiencia con recitales de mi vida. Algo mejor? Sí, estuve con amigos e hice sociales con otras personas con el estandarte jevi. Lo mejor? FUE CON LA BESTIA, con nada más y nada menos que con la doncella, con esa banda que cuando la escuché, me dio vuelta la cabeza… Y bueno, pero como dicen, lo bueno no es para siempre, así que, luego de más de dos horas en escena dando lo mejor, se retiraron majestuosamente con un Running Free, y fue en el momento que la magia se impregnó en mí, la igual que el recuerdo; nunca me voy a olvidar de esto, nunca. También, creo que está demás decir que sin dudarlo voy a comprar el DVD ni bien salga.

Bien gente, este fue mi resumen del mejor recital al que -por el momento- asistí en mi puta vida ♥, espero que les haya gustado, y para más información, leé esta entrada devuelta (AHRE), nah, mirá los videos de mi facebook. Me retiro por ahora people.

Larga vida al Heavy Metal.

R. Vikernes