Confesiones: Rocío vs. Cupido III

Otra vez nos econtramos acá, con nuestra querida protagonista. Esta vez las cosas marchan mucho mejor que las veces anteriores; Rocío sigue sola, pero por lo menos está feliz… O por lo menos eso es lo que parecía. Un tranquilo martes soleado, nuestra protagonista se disponía a estudiar geografía para poder rendir el examen que iba a presentársele al día siguiente. Ya al notar una leve diferencia en el aire, y antes de que aparezca, no lo dudó un segundo…

Rocío- Escuchame gordo, no me vengas a romper las bolas, estoy tranquila y tengo ganas de estudiar.

Cupido- Qué raro que tengas ganas de estudiar, yo sólo quería deci…

R- Em, no, no entendés el sarcasmo; no quiero que vos también vengas a embarrarme el día, mañana tengo una prueba jodidísima y quiero aprobarla.

C- Esperá… Yo también? Quién más te lo embarró?

R- Nada, gente pelotuda en quien no se puede confiar…

C- Casualmente esa persona es tu ex y se llam…

R- Ehh bueno gordo, no te pasés de listo porque esta vez no pretendo enojarme con vos, pero no me hinches las pelotas con cosas que no quiero que digas.

C- Bueno, perfecto. Pero ahora quiero que me cuentes cómo anda tu vida amorosa.

R- Te cuento? Cuando pensé que podía tener una vida amorosa, se me fue todo a la mierda.

C- Sí? Que pasó?

R- Un error, un tremendo error por el que me gustaría volver el tiempo atrás y pegarme un tiro. NO preguntes más porque posta que ahora sí te ahorco con el cinturón grueso.

C- Bueno, perfecto. El resto de la…

R- El resto de la nada, no hay más resto porque yo pensé que iba a ser algo posta, pero viste que hay gente en la que no podés confiar si te falla una vez.

C- Pero, digo, habiendo TANTA gente, TANTOS chicos… Te viniste abajo por UNO que ni te valora?

R- No sé si no me conocés, pero aunque no parezca, soy sensible, y me pongo mal cuando alguien me esperanza y después me deja tirada en el camino.

C- Sí, bien, te entiendo. Pero ahora tratá de centrarte en otro, fijate, hay muchos chicos..

R- Sí, chicos sobran, pero se ve que ninguno está dispuesto a conocerme ni nada que tenga que ver conmigo.

C- Como ya te dije querida, si no ponés nada de empeño de tu parte, es un poco difícil.

R- Sabés que es lo que pasa… Los únicos chicos que conozco de verdad, que sé que valen la pena, viven lejos de mí, y por una cuestión o por otra, no puedo verme con ninguno.

C- Pero te gustan? Estás enamorada?

R- Y, no sé, la cosa es que los re quiero y me encanta como son como persona, pero no sé si sea enamoramiento. No lo vas a entender, es raro.

C- Y otra cosa que dijiste es la distancia...

R- Sí, para que te des una idea, el más cercano vive en San Isidro, así que no sé, decime vos.

C- Sí… Es un poco difícil. Y qué pensas hacer? Porque si mal no recuerdo, dijiste algo de que si no llegabas a conseguirte un novio para octubre…

R- Sí, me voy a hacer monja.

C- No digas pavadas, que para ser monja tenés que creer en dios.

R- Uh, cierto… Bue, cagué.

C- Por qué mejor no tratás de…

R- Buscarme a alguien? Sí, es lo que hago y no encuentro; estoy harta de estar sola, pero tampoco encuentro a nadie.

C- Fijate, si buscás un poquito mejor, seguro seguro encontrás.

R- No, no te voy a hacer caso porque sé que voy a seguir perdiendo.

C- Entonces que vas a hacer?

R- Voy a hacer lo que vengo haciendo desde hace unos días; hacerme la que no pasa nada, seguir llorando y sufriendo por dentro y ponerme una sonrisa de máscara. Así nadie me pregunta ni me jode con nada.

C- Pero vos te creés que nadie se da cuenta?

R- Se vé que no, porque hoy lo hice y me salió bastante bien.

C- Como usted diga… Bueno, me voy yendo. Nos vemos la próxima.

R- Nos vemos.

Mucho mejor de lo que podía haberse esperado.

Continuará