Mientras seguía caminando, iba recordando qué momentos fueron lindos para ella, cuáles compartió con jóvenes que sí valen la pena... Y que había perdido para siempre. Delicadas lágrimas de metal comenzaban a caer por sus mejillas, por la tristeza que le daba saber que jamás volvería a vivir momentos tan hermosos como esos. Pero después empezó a hacer memoria sobre esos hijos de puta que le habían mentido, quiénes la habían ilusionado y quiénes habían jugado con ella. Su corazón se aceleró. Comenzaron a caerle más lágrimas metálicas, pero de bronca, de odio. El suicidio de nada serviría, estos infelices ni cuenta se darían de que desaparecería una de sus pendejitas para chamuyar del montón. Ya había pensado varias veces en hacer eso, pero al no tener los recursos suficientes no lo pudo llevar a cabo. Aparte, no serviría más que para poner mal a aquellas personas que sí la querían. Tengo que admitir que el homicidio me tienta muchísimo, pero si mato a cada uno de estos hijos de perra, tengo que matar a sus respectivas putas... Es decir, novias. Como podrán apreciar, la doncella no era una persona sanguinaria, sólo tenía sed de venganza. Muchas personas probablemente pensaban de manera errónea sobre la forma de ser de la pobre, pero cuando ella sentía que la habían atacado, podía responder con el doble de dolor y sufrimiento. Tratando de amortiguar sus ganas de llorar, deseaba irse, volar a otra realidad. En momentos como estos no hay nada mejor que escuchar buena música y caminar sola y en paz. Así que, dicho y hecho, encendió el reproductor de música que tenía incorporado en su teléfono celular, se puso los auriculares y empezó a sonar esa dulce y hermosa música que ella consideraba la mejor. A la mitad de su incesante caminata, notó que del cielo comenzaban a caer finas gotas de agua, no eran muchas, pero de a poco iban engrosándose. Ya con la capucha puesta, cabizbaja, sus penas estaban queriendo irse, pero había algo que no las dejaba ir... La doncella no se cansaría hasta averiguar de qué se trataba ese algo
domingo, 25 de julio de 2010
Lágrimas de una doncella de hierro II
Después de muchos intentos fallidos, la doncella dijo BASTA. No es que sea impaciente ni mucho menos; es más, ella había dejado pasar mucho tiempo (créanme lo que es tiempo) pero no. Ya estoy cansada de tener que pasar por esto se lamentaba la doncella. Y sí, la pobre ya tuvo que pasar por varias situaciones iguales... Parecidas. A lo que voy: a la muy desgraciada la habían engañado, le habían mentido y por decirlo también de alguna manera delicada, la habían enamorado, la habían seducido, para que después los flacos se pongan de novios y la dejen a la deriva. Perfecto, si quieren ponerse de novios está muy bien, pero no me gusta que me mientan...Que me ilusionen para después apuñalarme por la espalda. Ella seguía caminando por distintos senderos, vagamente. No le preocupaba demasiado para donde iba, por eso no estaba interesada en perder o no el rumbo; las cosas ya no le importaban como antes. Estoy cansada de esos hijos de puta que no sirven más que para ilusionarte y después partirte al medio. Es que sinceramente era así. Más ahora que la doncella sabía que no podía recuperar a ése que tanto había querido, tenía que buscar entre la multitud, a ver si alguien podía llegar a ser un algo importante en su vida. Evidentemente estaba equivocada, o le estaba errando demasiado. No era muy difícil de entender... Yo quiero a alguien con quien pueda compartir gustos, intereses y mi amor. Pero parecía que nadie entendía, o no quería entender. Hay que ver, porque a mucha gente le gusta jugar con los sentimientos, con las emociones de las chicas sensibles y dulces como lo era la doncella. Será que, justamente, por dar la apariencia de chica ruda e insensible los chicos pensarían que no sentía nada, pero no era así. Ella simplemente estaba protegiéndose bajo esa coraza fría y dura; no le gustaba mostrar sus sentimientos por miedo a ser lastimada. Pero bajo esa armadura, guarecía el dulce y tierno interior de la doncella de aspecto sombrío. Dentro de ella, su férreo corazón herido seguía latiendo débilmente, pero siempre firme.
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guau, me encanto. mui lindo, bien redactado, y se ve qe le pusiste toda la garra, como siempre :)
ResponderEliminarvos tenes potencial para hacer historias mas, brutales, deberias probar haciendo una n.n
P.D.: ya estoi empesando la historia qe me encargaste, va a tardar por qe el tanqe de inpiracion e imaginacion esta algo vacio jaja, pero en esta semana prometo qe la tenes
saludiines n.n