La argentinidad más al
palo que nunca
Acá es donde vengo a reparar exclusivamente en los argentinos. Que pueda
aplicarse a otras personas en otros países, bien, pero yo, al ser argentina,
quise centrarme en lo que es mi país. Voy a hablar tanto de los hinchas, como
los ciberhinchas (era inevitable que los dejara afuera) y en las publicidades
de diversas marcas y empresas, que TANTO resaltan el gran espíritu argentino
(nótese el sarcasmo) por estos días. Sé que me voy a comer unas cuantas
puteadas, ya que gente obtusa hay siempre, pero bueno, lo que están por leer
son cosas que siempre dije, siempre pensé, y ahora que pude, lo organicé para
publicarlo y darlo a conocer entre las personas que me leen.
Voy a empezar con el “sector” que sé que no voy a ofender (bah, no son
personas físicas, por eso no me importa… En realidad si eran personas físicas
tampoco me iba a importar), con lo más light de la entrada.
Publicidades, propagandas, avisos publicitarios. Las empresas, marcas,
diferentes compañías que expresan su “argentinidad” (riámonos, algunas de ellas
son multinacionales) alentando a la selección con spots que, tengo que admitir,
son bastante emotivos. Es acá donde quiero hacer hincapié. Todos sabemos que
Coca-Cola es una de las marcas más grandes y reconocidas del mundo. Sus
canciones mundialistas son muy pegadizas (quien se acuerde de la canción de las
manitos de Alemania 2006 va a entender) y siempre dejan un muy bonito mensaje,
por más que sea sólo una máscara para el país donde están, pero me causa mucha
gracia que Manaos (no el Estado de Brasil, sino la bebida nacional que le
quiere hacer competencia) tenga un complejo de inferioridad tan grande que, en
cada publicidad que hacen, tienen que darle con un caño a Coca. Claro, sabemos
que es una multinacional y que van a alentar por el país en que estén, pero
hacer ciertos tipos de spots dan vergüenza. A mí me dan vergüenza. Bueno,
retomo. No voy a reparar en todas porque sino, no termino más, pero recuerdo la
de Personal (telefonía móvil por si alguien no sabe) diciendo boludeces, como
siempre, y el aviso termina con un “Los argentinos, más argentinos que nunca”…
Sin palabras… ¿Realmente alguien puede llegar a pensar que soy más o menos
argentina por apoyar a una selección nacional? ¿Alguien va a venir a darme un
premio por ponerme la camiseta y salir a la calle? Que ni siquiera es la única,
es la de fútbol… No tengo nada en contra de ello, por el contrario, a mí me
gusta, pero hay otras cuestiones que también se dejan afuera. Digamos, también
fue el mundial de hockey hace no mucho, y seguramente muchas personas ni se
enteraron, porque están todos centrados en darle más importancia al fútbol que
otra cosa. No vi publicidades ni spots ni nada parecido… Conclusión, todas
estas marcas y compañías te dicen que si alentás a la Argentina (sólo en el
fútbol) sos más argentino… Y bueno… Si resulta que no te gusta el fútbol, o no
te interesa, o no tenés la banderita en tu casa SOS UN SIN PATRIA Y SEGURO SOS
INGLÉS (capten el sarcasmo).
Ahora quiero hacer un pequeño comentario sobre los caretas… Odio esa
palabra, pero no encuentro ahora un adjetivo mejor para describirlos. Esos que
no saben de qué color es la bandera, no tienen idea lo que es una escarapela,
PERO CUANDO JUEGA ARGENTINA SE PINTAN HASTA EL CULO DE CELESTE Y BLANCO, se
compran camiseta, camisetita, bandera, banderita, gorro, trompeta, corneta,
bombo… Y una vez que termina el mundial SE OLVIDAN de los colores patrios y
vuelven a arrumbar todo en un cajón hasta dentro de 4 años. Y OJO, sólo conocen
a Messi. MESSI MESSI MESSI, es de la gente que el equipo es Messi y el resto.
Lepra me provocan. No sé si es por querer aparentar, o qué, pero son tan o más
irritantes que los ciberhinchas. Esos son hipócritas, ¿saben por qué? Porque
son los que en los actos del colegio no cantan el himno; se ríen y juegan con
el celular, muchas veces no saben a qué se deben los feriados nacionales o si
les mencionás personas como Roca no tienen idea si estás hablando del billete de
100 pesos o de una piedra… Estos son los que realmente me enervan, y me dan
vergüenza que sean argentinos como yo.
El siguiente grupo de estudio se centra en los ciberhinchas. Es acá donde
sé que voy a ligar alguna que otra puteada (ojo, por decir la verdad a mis
ojos), pero no me importa, es simplemente explayar lo que pienso, y seguramente
muchos otros opinen como yo. Son seres insoportables. Son pesados. Densos.
Repetitivos. Son esas personas que a nadie le gustaría tener en una red social,
ya sea siguiéndolo o como amigo, son esas personas que me violentan con
facilidad y me irritan. Será que por estos días yo evité ver los inicios tanto
de twitter como de facebook (en instagram no es tan terrible la cosa, ya que
son fotos y es más lindo ver lo que ponen, no resulta pesado), que es más que
nada por donde abundan, porque sino me pongo de mal humor muy fácil. No es por
hacer diferencia, pero las que más me molestan son las mujeres. Cuestiones de
piel, no se ofendan, acuérdense que por muy poco que parezca, yo también soy
una mujer. En fin, este tipo de gente es el que dice TODO, twittea TODO, tira
estados de TODO, expresando cosas que, quienes estamos mirando el partido,
sabemos que pasa. “GOOOOOOOOOOOOOOOOOL”, “FUE PENAL PELOTUDOOOOO”, “LA CONCHA
DE TU MADRE ESTABA ADELANTADO”, “HIJO DE PUTA PATEÁ BIEN LA CONCHA DE TU MADRE”,
“FULANO, ¿TENÉS DOS PIES IZQUIERDOS?”. Lo peor no es que tira un estado/tweet
expresando indignación o felicitando a la figura del equipo (como pasa muchas
veces, y me encanta), sino que SE ENCARGAN DE ESCRIBIR ABSOLUTAMENTE TODO LO
QUE VEN, TODO LO QUE PASA, TODO LO QUE PIENSAN, ABSOLUTAMENTE T O D O. Hacerlo una vez, o de la
bronca, o de la alegría, perfecto, pero, ¿ya pasar a hacerlo siempre? ¿Todo el
tiempo? No man, cansa. ¿Pensaste en estudiar periodismo deportivo? Esa gente
termina de eso. Antes de terminar, quería comentarles que, inicialmente, este
último espacio lo iba a usar para escrachar a los ciberhinchas que tuve la
desgracia de fumarme estas últimas semanas (como les dije antes, la gran
mayoría son mujeres). Pero decidí no hacerlo. Más que nada porque, primero,
tenía que pedir permiso para publicarlo. Eso no es lo que importa, ya que si no
me lo daban era muy probable que lo publique igual, el tema es que después
tengo una horda de vaginas arenosas quejándose y diciendo que los hice quedar
como los pelotudos que son, y no tengo ganas. Pero, si se fijan en alguna de
sus redes, apuesto que por lo menos a una de estas personas van a encontrar.
Ahora voy a hablar de los hinchas. Esos son los fanáticos, los “locos y
enfermitos”. Los que siguen a su equipo a sol y sombra, los que siguen cábalas
y hacen promesas, los que festejan como si no hubiera un mañana y lloran como
bebés si llegan a perder. Los que sienten que la pasión se lleva adentro, no en
una camiseta o un gorro. Ni hablar los que van a la cancha (claro, no todos
tuvimos esa suerte. Por eso no es una crítica, es un comentario), de Argentina
o de donde sea, esos que se pintan y se lookean para hacerse ver y llamar la
atención, que gritan y se emocionan, es un espectáculo. En el caso de mi casa,
por ejemplo, mi papá y mi hermano mayor hace años que van a la cancha. Les
encanta el fútbol. Pero el tema de ver un partido con un hincha tan ferviente
es ese… La pasión, los nervios y la emoción muchas veces juegan en contra. No
por nada a veces prefiero ver los partidos sola y gritar/enojarme/violentarme
sola que estar con alguien. Con ellos es igual. Entendiendo que son hombres y
que el fútbol es importantísimo para ellos, les es inevitable ponerse nerviosos
con cosas como estas (comentario al margen, mientras escribo esto se vive la
previa de la final entre Argentina y Alemania). Si la otra vez con los penales
de Holanda se pusieron nerviosos, ahora no sé… A mí me pasó de tener que
levantarme e irme porque NO PUEDO VER cuando otro se pone nervioso, me pongo
más nerviosa. Y será que vivo en un barrio que también es futbolero, son todos
hinchas apasionados, pero me acuerdo cuando fue el partido con Bélgica (creo
que fue Bélgica) yo volvía de la facultad… No había NADIE en la calle, pero
literal. Las avenidas principales vacías… Y yo no tuve mejor idea que poner
AC/DC al palo e ir bailando por el medio de la calle. El argentino tiene eso de
ser apasionado, y es una de las cosas que más me gusta de mi país.
Para finalizar, quiero hacer un comentario de los que son todo lo
contrario: los anti-argentinidad, los que se la pasaron criticando todo, TODO
para mal, al fútbol, a los hinchas, los partidos, a los estados, a los tweets…
Quiero que sepan que dan tanta bronca como cualquier otro pelotudo que abunda
por internet. Alégrense, en un par de horas termina toda esta fiesta
mundialista y personas como ustedes van a dejar de romper las pelotas con sus
quejas.
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