Como todos bien saben, y
como habrán sentido hace unas cuantas semanas, el calor está azotando buena
parte del país y la cosa irá empeorando a medida que se acerque el verano. Junto
con él, vienen acompañadas cosas que hay que prevenir, y otras cosas que a toda
costa hay que evitar, ya que se pueden tornar un tanto peligrosas. Esta vez no
vengo a hablar sobre el cuidado que hay que tener con la ropa que se usa
respecto a los rayos UV, la hidratación necesaria para evitar malestares o las
invasiones de mosquitos que pueden transmitir enfermedades, hoy me toca hablar
de otra cosa, pero antes de empezar, sería bueno que sepan de lo que me enteré
esta mañana.
Casi las 10, y yo con la cara de zombie como
estaba, fui a cumplir con unos quehaceres y antes de volver a mi casa, pasé por
un kiosco. Normal, como cualquier persona que se está
muriendo de sed y va a comprar una bebida. Entre que el que atendía estaba andá a
saber donde y yo no tenía apuro, ni lo llamé y me digné a que se acercara a
atenderme. Ahora, yo soy de esas personas que nunca (o bueno, casi nunca)
escucha el audio de lo que se esté sonando en el local al que entra, pero esta
vez se me hizo imposible no prestarle atención. Estaban hablando sobre el
calorcito que se venía; el verano adelantado de la
ciudad, el calor y la alimentación, lo cual llevó a la típica conversación de “cómo tener el
cuerpo adecuado para el verano”.
No escuché bien todo lo que decían, pero lo que sí, y me acuerdo patente es
algo como “y por día, comer una manzana acompañada de un
tomate, y tomar abundante agua, de 4
a 6 litros…” y yo me quedé WTF. Eso es lo que hacen
las anoréxicas (no es que lo haya intentado ¿no?, sólo que estuve 3 años
seguidos estudiando lo mismo en “Construcción de la Ciudadanía”) y me
sorprendió escucharlo en un programa al aire. Compré
y me fui a la mierda. Después de estar pensando en eso todo el día (y
estar asándome cual pollo al espiedo en “Tecnópolis”), me decidí a finalmente
escribirlo.
Bien, falta un mes y un poquito más para el
verano. ¿Qué significa esto? Además de seguir trabajando para unos y seguir
estudiando para otros, significa calor extremo, incremento del ocio, poca ropa,
malla, playa, pileta o río. Este es el momento crítico en el año, cuando a TODOS
les agarra el ataque de locura por internarse en un gimnasio, en seguir las
nuevas (y a veces extremas) dietas que salen en Internet, revistas o de boca de
amigas. Todo el mundo se desespera por llegar “en forma” al verano, y poder
lucir cuerpos ¿esculturales? en trajes de baño. Está todo bien pero… ¿Pensás morirte por
una dieta de mierda como lo es una manzana y un tomate diarios? Está perfecto
que quieras bajar de peso, pero, en menos de un mes, y siguiendo esa pobre
dieta, seguramente tu organismo falle y mueras. Si bien tengo que admitir que
desde siempre estuve acomplejada con mi cuerpo y no me siento a gusto con él
(cosa que profundizaré en una entrada futura), jamás haría tal locura, aparte
de saber que comiendo ESO, me cagaría de hambre y comería otra cosa (no me
gustan los tomates. ODIO el tomate).
Desde el vamos, estoy HARTA de que siempre para
esta altura del año, revistas de moda, modelos, conductoras y hasta
nutricionistas empiecen a romper las pelotas con una dieta. Onda, dale, si no hiciste dieta en todo el año y comiste como un búfalo,
¿cómo pretendés bajar TODO lo del año, en sólo unas semanas? Es inhumano, e
imposible. Estoy HARTA de imponer que SIEMPRE las que son flacas son
las lindas, que son las flacas las que van de ganar, a las que se puede
considerar como bellezas y las únicas que llegan a triunfar (y no sólo del
mundo del modelaje). ¿Es
que no se dan cuenta? Las
chicas reales no somos 90-60-90, no somos barbies. No somos muñecas de colección,
no vamos a hacerlo y no queremos serlo. Yo no quiero ser una mina plástica (Flor
escribió sobre esto hace unos días. Para más información, haga click aquí), yo soy real,
y aunque me conste no estar a gusto para nada con mi cuerpo. Es el único que tengo y el único que voy a tener hasta el día
que me muera, así que tarde o temprano voy a tener que acostumbrarme.
Quiero pensar que no somos nosotras las que
estamos mal. La
sociedad es la que quiere imponernos que estamos mal. Muchas están a gusto
con sus cuerpos, aunque la balanza les indique que tienen sobrepeso... ¿Por qué permanentemente están queriendo cambiar la
mentalidad de todas, diciendo que la perfección es la delgadez extrema?
Les voy a compartir un dato: hace muchos años (muchos, como por la época del
Renacimiento), las mujeres con carne, con curvas, las “rellenitas” eran
consideradas obras de arte; hay esculturas y pinturas de la época que lo
demuestran. Esas mujeres eran las consideradas bellas, saludables, femeninas,
mientras que se asociaba a la delgadez como sinónimo de enfermedad… Es cuando
muchas deseamos eso. OJO, no me malinterpreten, yo no digo que quiero que se
considere a las chicas flacas como enfermas, sino que, que no se vea a las gordas como feas (gordas, rellenitas,
pasaditas, o como sea que quieras decirles), que se las vea lindas, y no se las
rechace ni se intente cambiarlas…
Es difícil. Es repetitivo. Es todo lo que quieran,
pero esta mentalidad sigue presente, y estamos las que no podemos quedarnos
calladas ante esto. No tengo mucho más que decir, simplemente quiero cerrar con
una publicación que vi hace unos días en Mujeres
del Metal, muy linda, relacionada con este tema, que quiero
compartirles:
La modelo
de la imagen es: Tara Lynn. Esta
foto salió publicada en la revista Elle France el 26 de marzo de 2010 El autor de la fotografía
es David Oldham. La usamos para ilustrar esta
anécdota porque nos parece una bellísima fotografía.
¿SIRENA O BALLENA? Hace algún
tiempo a la entrada de un gimnasio se podía ver un cartel con la foto de una
chica de físico espectacular con escrito: "este verano, ¿quieres ser
sirena o ballena?" Se cuenta que una mujer, de la que no conocemos su
aspecto físico, respondió a esta pregunta de la siguiente manera:
“Estimados señores, las
ballenas están siempre rodeadas de amigos (delfines, focas, humanos curiosos),
tienen una vida sexual muy activa y crían a sus pequeños con mucho cariño. Se
divierten como locas con los delfines y comen gambas hasta empacharse. Nadan
todo el día y viajan hasta lugares fantásticos como la Patagonia, el mar de
Barens o las barreras coralinas de Polinesia. Cantan estupendamente y algunas
veces hasta graban cds. Son animales impresionantes y muy queridos, a los que
se defiende y admira en todo el mundo...
Las sirenas no existen. Pero
si existieran, harían cola en la consulta del psicólogo debido a un problema de
desdoblamiento de la personalidad, ¿mujer o pescado? No tendrían vida sexual y
no podrían tener hijos. Serian graciosas, es cierto, pero solitarias y tristes.
Y además, ¿quien querría a su lado una chica que huele a pescado? Sin lugar a
dudas, yo prefiero ser una ballena. En una época en la que los medios de
comunicación nos meten en la cabeza que solo las delgadas con bellas, yo
prefiero comerme un helado con mis hijos, cenar con mi marido, comer y beber y
divertirme con mis amigas.”