Hello me, meet the real me...

… And my misfit’s way of life? No, hoy no me toca hablar de eso… Hoy me toca hablar de una parte de mí que muy pocos conocen, de una cosa que me decidí a publicar después de varios días de charla conmigo misma (de ahí el título)… Se trata de algo que, mejor dicho, casi nadie conoce; muchas veces dije que odio tales o cuales cosas, muchísima gente, sabe qué tipo de música odio, que no me gusta la gente falsa y que no me gustan las religiones (por ejemplo), pero como esos son temas que, a mí parecer, en estos momentos están un poco gastados, decidí tomar otro enfoque de mi odio y de una vez por todas me puse a escribirlo… Y bueno, dada la época de calor en la que estamos, creo que es el momento del año ideal para publicarlo… Así que bien, ahí va.

Muchos de mis amigos y conocidos, saben que prefiero el clima frío al cálido; que preferiría un bosque nevado antes que una playa con palmeras; que preferiría una cabaña en medio de los Alpes Suizos a una chocita en una isla tropical; que preferiría sentir ese “placer” de cuando llegas a casa te sacás el abrigo de encima y te sentás al lado de la estufa a sentir la transpiración y el pegote de la ropa de cuando estás caminando por la calle con 35º… Esos son algunos motivos, el otro no tiene nada que ver con el clima ni con el lugar donde me encuentre, sino con las personas que tenga a mí alrededor… Exacto, la gente muchas veces me hace preferir el frío, tanto hombres como mujeres, veamos…

Partiendo de la base, tengo una inseguridad bastante importante y algo que verano a verano me come la cabeza sin acercarme una solución posible, más que escribir y descargarme… Soy fea. Me siento fea. Me veo fea. Más en esta época en la que hay propagandas en la tele, en revistas, en carteles, publicidades, anuncios, en los que se promocionan chicas lindas, y como no podía ser de otra manera, con poquísima ropa, o en su defecto, con trajes de baño que resaltan más su figura. Por eso me da bronca cuando, en los noticieros, por ejemplo, están los móviles en las playas o en las piletas de capital, que lo único que hacen es enfocar culos o chicas con mallas bien chiquititas, o se les acercan a las chicas lindas y les preguntan como pasan las vacaciones o cosas así. ¿A las feas ni las miramos, no? ¿Perdemos rating si no nos acercamos a una Pamela Anderson? Es triste… Y bue, vivimos en una sociedad bastante machista y por lo que se entiende, esto está bien visto. Pero ahora, tenés un defecto, una pequeña imperfección y ya sos un bicho cualquiera. En cuanto a los que son específicamente mis defectos, no me martirizo ni lo llevo al límite (no voy por la vida con sobretodo para que no se me vea el cuerpo), pero me hace mierda por dentro estar, no sé, en una playa pública o en una pileta, y que estén las chicas con terribles lomos, altas, esbeltas y con la panza chata, imán para hombres babosos y la lente de alguna que otra cámara. No todas nacimos con esa suerte.

Yo, por empezar, soy gorda. Tengo unas piernas horribles, muy gordas y sin una linda forma; mucha grasa abdominal que, aunque más de una vez me puse en plan de no comer, nunca se dignó a moverse de ese lugar; soy petiza, mi poca altura hace más visible al ojo ajeno mi grasa corporal; no me gusta mi pelo, es horrible lo que tengo y lo tengo así, quiero teñírmelo para cambiarle el color que tampoco me gusta… Y ahora estoy pensando muy seriamente en cortármelo cortito; ODIO la asquerosa forma que tiene mi nariz y el hecho de no poder arreglarla… SOÑÁ que me opero igual; mis labios son muy finitos y siempre tienen la piel salida o marcas de sangre o algo así… Me la paso sacándome la piel por lo mucho que se me resecan… En definitiva, lo único que me gusta de mi cuerpo, son mis ojos, pero hasta ahí, son marrones, demasiado comunes, como cualquier otro ojo de ese color… Y mis pestañas me gustan, hasta ahí. La única ventaja que saco sobre mi cuerpo y sus múltiples imperfecciones, es que ninguna de las dos cicatrices que tengo se notan mucho… Bah, nadie las nota, y eso que están en lugares visibles (una en la cara y otra en un brazo).

Aunque mismo, haya gente que me dice lo contrario (no soy vanidosa, por eso odio decirlo), yo nunca doy brazo a torcer, y como nunca falta el idiota que dice “ay, ella misma se dice fea para que vayan los demás zanguangos y le digan linda” me tomo la libertad de escribir estas líneas: Diga lo que diga la gente sobre mí, sea bueno o malo, lindo o feo, yo voy a seguir teniendo una visión de mi cuerpo que no tiene nadie, eso que no me gusta, eso que deseo muchísimo poder cambiarlo… Y no por infantil o vanidosa voy a decir pavadas; yo lo digo porque lo siento, porque lo noto y porque en mí lo veo así. Poco me importa lo que fueran a decir, pero yo voy a seguir sosteniendo firme la idea que tengo de mi imagen hasta que cambie, o me sienta cómoda con ella, simplemente, eso.

Sí, ya sé. Ya sé que hay miles de millones de personas que capaz estén pasando un peor momento, una peor situación, tengan problemas serios con sus cuerpos (serios de verdad, no como el mío) y que lo que les pase a ellos capaz no tenga una solución o realmente sus vidas se vean afectadas, ya sea por la depresión, por una enfermedad, por una pérdida importante, y que mis preocupaciones no llegan a ser un tercio de lo que son las preocupaciones de esas personas, pero de todas maneras quise expresarme porque cada vez que me veo envuelta en una de las situaciones que nombré un poquito más arriba, me entra inevitablemente la angustia y la desesperación combinadas y me dan muchas ganas de:

Desde ya, muchas gracias por fumarte y leerte mis lamentos y quejas. Aunque este no sea EL blog ni tenga 239478 seguidores, es mi espacio de, así como de opiniones, jodas y cosas sobre mí y la música, también es un espacio donde yo me libero y me descargo emocionalmente de todo lo que me aqueja. Así tenga un solo lector, vale la pena, ya que entró a mi lugar y leyó mis expresiones. Prometo seguir así y no volver a abandonarlo.

Con cariño, yo.