#1. Este
borrador lo tengo pululando mis borradores hace mucho tiempo, y no me pareció
mejor fecha para publicarla que esta. No es con intención de herir a nadie, ni
va dedicado a nadie en especial, ni dirigido a un cierto público tampoco, es
algo tan simple como dejar mi punto de vista y expresar algunas cosas que me
tienen las pelotas llenas. Si no te gusta la pinta que tiene, antes de leerla,
te invito cordialmente a que te retires.
#2. En lo
que pueda, voy a evitar hablar de la
Guerra de Malvinas.
Con decir que histórica y geográficamente le pertenecen a
Argentina me alcanza. Al que tenga ganas de discutir, que
me hable por privado, que me contacte de la forma que se le antoje, y lo
hablamos bien, o que investigue un poquito antes de dejarse llevar por lo que
dice todo el mundo. Construya su opinión propia. De antemano, muchas gracias.
En
primer lugar [y como dijo Sofis en la entrada que publicó hoy], los argentinos no suelen ser muy patriotas, pero en el sentido de usar cosas del exterior, no en el
sentido de no querer a la patria. Yo AMO mi país, pero en lo que son productos
y utencillos, muchas veces (la gran mayoría de las veces) prefiero cosas de
afuera. A mí este punto me causa gracia, porque revela la hipocresía de
muchos, y les digo por qué. Mucha gente se la da de patriota, la argentinidad
al palo, alienta a la
Selección con la ilusa idea de que así demuestra más que es
Argentino, le chupa las medias al gobierno de turno, putea a los
estadounidenses, a los ingleses, a los brasileros y gente de otras naciones, pero va a comer a McDonald’s, toma Coca-Cola, usa zapatillas
Converse All Star, escucha música de otros países como Estados Unidos, Alemania
o Noruega, usa remeras de los Ramones, tiene una computadora hecha en japón y
demás cosas… ¿Ven? Reitero, yo amo a mi patria,
amo sus paisajes, costumbres, comidas y mucha gente que está esparcida a lo
largo y a lo ancho de diferentes provincias me cae más que bien, pero no me da
vergüenza decir que uso cosas de afuera, que también quiero conocer otros países
y otras ciudades, que me interesan otras culturas, lenguas y la historia de
otros lugares, y que no tengo un odio ni un enemigo declarado dentro de otras
naciones. De la misma forma, hay muchos que se la dan de patriota, de “yo amo
mi país, muerte a los ingleses” que en los actos escolares se cagan de risa, no cantan en
himno y durante el izamiento de la bandera están masticando chicle, usando el
celular o con los auriculares puestos. Contradictorios como ellos solos.
Por
otro lado, y más específico para estas fechas, hay algo que se puso muy de
moda, y que a decir verdad, me rompe muchísimo las pelotas: la quema de remeras con banderas (o banderas solas) del
Reino Unido. ¿Qué se creen? ¿Qué demuestran su
argentinidad al palo con un acto irrespetuoso? Estoy hablando de la actualidad.
Estamos en el siglo XXI, estas cosas no van más. Yo todavía no vi ninguna foto
donde un inglés o una inglesa quemen banderas argentinas, ni camisetas de la
selección de la misma. ¿A ustedes les
gustaría ver eso? Les apuesto que no, y les aseguro que a mí tampoco. Siguiendo con el tema de las modas, está el de las
prendas, accesorios y demás que tienen la bandera de Gran Bretaña. ES UNA MODA, no
significa que menosprecies a tu país o que sigas los ideales británicos, porque
vos vas a seguir siendo argentina te pongas lo que te pongas. Y lo que me causa
gracia (o lástima, dependiendo de donde se mire) es
que muchas veces esta moda es boicoteada por chicas que escuchan bandas de ese
lugar y usan remeras de las mismas, o de hombres que usan remeras del Chelsea o
del Manchester United, o mismo, camisetas de equipos de otros países. ¿Si te
ponés una remera del Barcelona amás España y odiás tu país? ¿Si te ponés una
remera de los All Blacks es lo mismo? No gente.
Basta de cosas
contradictorias. La globalización es algo de nuestros tiempos, y hay que saber
ver las cosas positivas, sacarle provecho, y no putear todo lo que sea o venga
de afuera. Antes de pasar a otro tema, a la
gente idiota que dice que Inglaterra y el Reino Unido son lo mismo y que sus
banderas son iguales, lo invito a que agarre un mapita de ese lugar y que mire
la foto que hice abajo, dedicada exclusivamente a ustedes:
Hablemos
de lo que es la música. ¿Quiénes de los que me leen o tienen los pensamientos
neandertales que dije arriba nunca escucharon los Beatles? ¿Cuántos nunca escucharon a los Stones? Grandes bandas que existen o existieron, son reconocidas
mundialmente, y provienen precisamente de esta porción de tierra. Como diría John Lennon: “imagina que no existieran los países”. Ahí todo estaría mejor. Nadie criticaría a nadie ni
quemaría ninguna bandera, sólo sería gente que habla otra lengua en otra parte
del globo. Todavía no tuve la desgracia de cruzarme con nadie tan cerrado de
mente, pero conozco mucha gente que dice que hay que matar a todos los ingleses,
y escucha Pink Floyd, o Led Zeppelin. Otros que dicen lo mismo,
repudian el uso de remeras con banderas y aman Queen, Ozzy Osbourne o Motörhead… Y usan sus remeras. De la
misma forma, hay un acto que repudio y que siempre voy a repudiar. Todo aquel que escucha Iron Maiden y los vio en vivo o vio
videos (y el que no tiene idea, le cuento)
sabe que, al momento de tocar “The Trooper”, su vocalista,
Bruce Dickinson, se viste como un soldado inglés de mediados del 18OO y saca a
flamear una bandera británica, corre de un lado
para el otro y finalmente la deja clavada en algún punto del escenario, o la
tiene en su mano todo el tiempo. Muchas veces, viendo videos en Argentina, me produce asco y vergüenza
ajena que, justo en ese momento, quienes se encuentran en la valla tiran botellas, abuchean, hacen gestos
ofensivos y hasta escupen a los miembros de la banda, ya que sus diminutos
cerebros relacionan ese símbolo con la Guerra de Malvinas.
Queridos
ignorantes, déjenme ponerme un ratito en el papel de profesora de historia y recordemos
un poquito. Desde más o menos 185O (no recuerdo el año exacto), se desarrolló
un conflicto bélico que involucró imperios y reinos, que nada tenían que ver con Argentina, y menos con el polémico archipiélago:
los Imperios británico, francés, otomano y el Reino de
Italia se enfrentaban al Imperio Ruso en lo
que se llamo “Guerra de Crimea”. Esta canción (The Trooper) relata la batalla de Balaklava, una
de las más conocidas de esa guerra, poniéndose en la piel de un soldado inglés
que lucha hasta el final, hasta que muere en combate. Muchos no saben esto, y
se llenan la boca diciendo que es un insulto. Los flacos están orgullosos de su
nación y de su historia, y nadie tiene por qué retrucárselos ni nada por el
estilo, y es por eso mismo que escribieron una canción como esa y la interpretan
de esa manera. Es como que una banda
argentina escriba una canción sobre la Guerra de la Triple Alianza y haga el mismo acting
en Inglaterra; el público no tiene por qué abuchearlos ni insultarlos de esa
manera. De última, si sos ultra argentinidad al palo, no vayas a un recital de Maiden, y te ahorrás el mal
momento de ver que “insulten tu patria”. Además,
hagan memoria, en los años de Blaze en la banda hicieron una canción a la que
llamaron “Como estais amigos” que está dedicada a la memoria de los caídos en el
conflicto de Malvinas, tanto del lado inglés como del lado argentino. Por otra
parte, Freddie Mercury (por más que no sea inglés natal, siempre renegó de sus
raíces y se hacía llamar a sí mismo como un inglés) declaró: “Esto se trata de nuestros jóvenes matándose con los jóvenes
argentinos. No veo nada de glorioso en eso”. Piénsenlo,
antes de meter a los políticos de aquel país de aquella época en la misma bolsa
con los ciudadanos comunes, lo mismo acá en Argentina.
Para
terminar quiero decirles una última cosa. Yo jamás
renegué de mis orígenes y jamás lo voy a hacer.
Yo desciendo de árabes y españoles, y nací en la Argentina.
Tuve la suerte de viajar a otros países y conocer gente de
otros lados, también vía web. Mexicanos, brasileros, cubanos, dominicanos, canadienses,
griegos, estadounidenses, irlandeses, ingleses, suecos, franceses, españoles,
checos, y al momento de hablar con ellos, jamás me dio vergüenza decir del país que soy. Al contrario. Con
mucho orgullo
se los comentaba (recuerdo a mi amiga Kayla, de Canadá, o a Kalan y Ashley, de
Inglaterra, a quienes conocí en Cuba), diciéndoles de la parte que soy, lo que
se hace, sobre nuestras costumbres, nuestro gobierno y nuestra música, inclusive
del tema Malvinas (sorprendentemente, los ingleses coincidieron en que son
argentinas) además de hablarle de cosas típicas como el dulce de leche o el
mate (no sólo me quedo en el fútbol a la hora de hablar de mi patria). Por más
que ame mucho mi país, factores como el manejo del gobierno, la inseguridad y
la violencia, me incitan a irme. Me
encantaría terminar con mis estudios e irme a vivir afuera, cumpliendo con mis deseos que mencioné casi al
principio. Dentro de unos meses voy a tener la oportunidad de hacer un viaje de
estudio al extranjero, y exámenes internacionales como los de Cambridge en mi
currículum me facilitarían encontrar trabajo al país que me vaya. Vuelvo a
repetir lo que dije arriba: jamás voy a renegar de mis orígenes y voy a ir muy
orgullosa por el país que vaya, diciendo de donde vengo.
Bueno, la entrada se hizo un poquito extensa, pero
aproveché a hablar de todo en unos cuantos renglones. Antes de comentar, relean
algo si no entienden a la primera. Como dice Lalu, mi blog no es una democracia, el comentario
que quiero publicar, se queda, el que no, se elimina. Saludos y que
tengan una linda semana.